Coronavirus

Mensajeros del corazón: los enfermeros en un hospital COVID-19

Los profesionales de la Salud se convierten en la voz de los familiares de sus pacientes.

Telemundo

MÉXICO - Las voces de los enfermeros se transforman en el aliento que el COVID-19 les quiere arrancar a los pacientes.

Como si fueran sus ángeles, los trabajadores de la Salud se paran junto a las camas de terapia intensiva y leen cada palabra escrita con el amor y cariño de las familias que extrañan a sus seres queridos.

"Tus hijos y nietos queremos que sepas que te necesitamos y esperamos, te amamos", dice el texto de una de las cartas.

Osvaldo Vertiz fue el primero en entregarle una carta a un enfermo.

A partir de ese día, decidió llevarles un poco de esperanza a los que por su gravedad están sedados e incluso ayudar a irse en paz a quienes lo necesitan.

"Se llamaba Juan, su esposa se despide de él y le dice que todo va estar bien, que sus hijos van a estar bien y que si se tiene que ir que se vaya, y ya llevaba tres días muy delicado", cuenta Vertiz.

Su paciente falleció, pero él y sus colegas se dieron cuenta de que con la lectura cambian los signos vitales de los enfermos, porque saben, según Samanta Cruz, que no están solos.

Sus palabras coinciden con el pico más alto de la pandemia en México.

"Al momento de leer las cartas se nos hace un nudo en la garganta porque en ese momento dejamos de ser enfermeros y nos convertimos en sus familiares", expresa la enfermera Cruz.

Cada día en la sala de espera del hospital la hija de un paciente reúne los escritos, ella se los entrega al enfermero que inició esta práctica y él los reparte con sus colegas para que lleguen a su destino.

Así, cubiertos con sus trajes especiales, los mensajeros llevan los textos:

"Recuerda cuando Dieguito te decía 'oye papi, nunca te enfermas'”, así que ánimo, sé fuerte", lee a otro de los pacientes.

Y aunque reconocen que a veces su voz se quiebra y sus piernas quieren doblarse leen cada mensaje, pensando en quienes adentro, intubados, se aferran a la vida y, afuera, llenos de angustia esperan un milagro.

"Te amo, gordito de mi corazón, recuerda que eres mi vida, tenemos mucho por vivir, los bebés te esperan".

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