NY enfrenta “consecuencias” si no elimina el peaje por congestión, advierte el gobierno de Trump

NUEVA YORK -- La administración Trump ha dado a Nueva York otra fecha límite para concluir su programa de peajes por congestión, pionero en el país, en Manhattan o sufrir "graves consecuencias", según una nueva carta compartida el lunes.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, escribió a la gobernadora Kathy Hochul con una fecha límite revisada del 21 de mayo para cesar el cobro de peajes a los vehículos que ingresan al Distrito Central de Negocios de Manhattan. La carta llega justo un día después de que Hochul y la MTA ignoraran la fecha límite del 20 de abril, que se dio después de la fecha límite anterior del 21 de marzo para finalizar el programa.

En su carta, Duffy promete suspender la financiación federal y ciertas aprobaciones para proyectos viales en Manhattan si Hochul decide no desactivar el programa de peajes o si no demuestra que este cumple con la ley federal.

"Le damos a Nueva York una última oportunidad para que dé marcha atrás o demuestre que sus acciones no son ilegales", advirtió Duffy el lunes en un comunicado.

“El gobierno federal envía miles de millones a Nueva York, pero no pagaremos la cuenta si la gobernadora Hochul continúa implementando un peaje ilegal para rellenar el presupuesto del deficiente sistema de transporte público de Nueva York”, declaró la secretaria.

La legalidad del programa de peajes de la ciudad sigue debatiéndose en los tribunales, pero hasta ahora, los jueces han fallado repetidamente a favor del estado y la MTA.

Hochul ofreció una respuesta concisa a la carta de Duffy: “Repito: la tarifa por congestión es legal y está funcionando. El tráfico ha disminuido, los negocios han mejorado y las cámaras siguen encendidas”.

El director de la MTA se hizo eco de la declaración de Hochul, confirmando que las cámaras permanecerían encendidas hasta que un tribunal ordenara lo contrario.

“Hemos recibido la carta del Secretario Duffy, que establece un nuevo plazo, y estamos evaluando las opciones legales de la MTA, dado que los asuntos legales planteados en la carta ya se encuentran debidamente ante un juez federal”, declaró el presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, en un comunicado.

La tarifa entró en vigor el 5 de enero y su objetivo no solo es reducir los atascos, sino también recaudar miles de millones de dólares para el metro, los trenes de cercanías y los autobuses públicos de Nueva York.

Pero Trump, cuya Torre Trump y otras propiedades homónimas se encuentran dentro de la zona de congestión, prometió eliminar el plan tan pronto como asumió el cargo.

La autoridad de tránsito, mientras tanto, ha seguido promocionando los beneficios del programa de peaje, afirmando que ahora hay menos vehículos llegando al corazón de Manhattan.

Alrededor de 560,000 vehículos ingresaron a la zona de congestión diariamente en marzo, lo que representa una disminución del 13% con respecto a los aproximadamente 640,000 que la MTA proyecta que habrían transitado por la zona sin el sistema de peajes, según datos publicados por la agencia a principios de este mes.

La agencia ha declarado previamente que está en vías de alcanzar los 500 millones de dólares en ingresos proyectados inicialmente para este año a partir de la tarifa de congestión.

El peaje varía según el tipo de vehículo y la hora del día, y se suma a los peajes que los conductores ya pagan para cruzar puentes y túneles hacia Manhattan.

Otras grandes ciudades del mundo, como Londres y Estocolmo, tienen sistemas similares de tarifas de congestión.

El jueves, un juez federal de Manhattan desestimó una serie de demandas interpuestas por la industria local del transporte por carretera y otros grupos locales que impugnaban el peaje.

La mayoría de estas demandas argumentaban que la tarifa fue aprobada por funcionarios federales de transporte sin un escrutinio adecuado y que el tribunal debería ordenar la realización de un estudio de impacto ambiental más exhaustivo.