Un mes y medio después de someterse a un trasplante de riñón como consecuencia de su padecimiento de lupus, la cantante Selena Gómez habló por primera vez frente a las cámaras junto con su donante y mejor amiga, la actriz Francia Raisa.
“Tenía artritis, mis riñones estaban dejando de funcionar. Solo mantuve mi mentalidad para seguir adelante”, dijo Gómez en exclusiva para NBC News.
Recibir un riñón nuevo era un asunto de vida y muerte. Su gran amiga, Francia Raisa, recuerda haberla visto casi sin esperanzas.
“Y ella decía: ‘No sé qué hacer. La lista es de siete a 10 años’. Dije: ‘Por supuesto que me haré el examen’” para determinar compatibilidad, indicó, por su parte, Raisa.
Selena mencionó que “ni hablar si alguien quiere ser voluntario, es increíblemente difícil encontrar a alguien compatible”. “El hecho de que ella era compatible es algo increíble”, agregó.
Aunque temía por su propia vida, Francia no dudó en donarle un riñón a Selena. “Tenía que escribir un testamento, lo que es aterrador, porque no hay garantías de que te despertarás (de la operación)”, mencionó Raisa.
El día del trasplante, primero entró ella al quirófano, y luego Selena.
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La cirugía de la cantante tardó dos horas. “Me sentí bien. Me sentí realmente bien, pude verte y decirte que te amo, y luego regresé a mi habitación”, dijo Gómez mientras miraba a su amiga.
Pero no estaba bien. El riñón nuevo se estaba volteando y tuvo que ser operada nuevamente.
“Fue una cirugía de seis horas lo que realmente tuvieron que hacer conmigo. El proceso normal de riñones es realmente de dos horas”, dijo Selena.
La cantante dice que después del trasplante, la artritis desapareció, y las probabilidades de que regrese el lupus son mínimas.
