Nueva Jersey

Se declara culpable médico que se hacía llamar “El Chapo de los Opioides” en NJ

El acusado supuestamente prescribía opioides y otros analgésicos sin una razón médica legítima, sin supervisar a los pacientes y en ocasiones sin una consulta médica.

Telemundo

NUEVA JERSEY — Un médico de Nueva Jersey, conocido como “El hombre de los dulces” y "El Chapo de los opioides", se declaró culpable el lunes de distribuir opioides sin una razón médica legítima y falsificar registros médicos para encubrir los actos ilícitos, así lo anunció el fiscal general Craig Carpenito.

Robert Delagente, de 45 años y residente de Oakland, se declaró culpable en la corte federal de Newark de un cargo por conspiración de distribuir sustancias peligrosas controladas, tres cargos por distribuir sustancias controladas, y un cargo por falsificar expedientes médicos.

"El acusado prescribió a sus pacientes algunas de las drogas o analgésicos más peligrosas y adictivos, en ocasiones solo tenía contacto con los pacientes a través de un mensaje de texto”, afirmó el fiscal Carpenito. “Muchos de estos pacientes sufrían de dolor y adicción, y en lugar de recibir ayuda de su médico, se vieron inmersos a tener un ciclo de abuso de drogas”, añadió.

“El doctor Delagente perdió su ética, licencia médica y su moral”, afirmó Gregory W. Ehrie, agente especial del FBI. “No hay un medicamento mágico para borrar las secuelas que dejan los actos de este tipo de doctores”, agregó.

Según documentos judiciales y declaraciones hechas en corte, desde inicios de mayo de 2014, Delagante ejercía su profesión como médico en el centro North Jersey Family Medicine en Oakland.

El acusado supuestamente se autonombro "El Hombre de los Dulces” y "El Chapo de opioides", esto cuando prescribía sustancias controladas como Oxicodona, Percocet, Tylenol con codeína y Benzodiacepinas sin un propósito médico legítimo.

Las prescripciones las habría hecho ignorando los peligros detrás de una sobredosis, del abuso de drogas y las muertes causadas por el uso de opioides altamente adictivo.

En un caso, de acuerdo con los documentos judiciales, el sospechoso prescribió sustancias controladas sin ni siquiera ver al presunto paciente ni discutir con él por qué necesitaba el analgésico.

Delagente habría permitido que los pacientes le pidieran sustancias controladas a través de mensajes de texto, es decir sin requerir una consulta física, y luego dejaba la receta médica en la recepción.

Además, habría permitido que los pacientes escogieran la cantidad de dosis de las drogas y habría prescrito la peligrosa combinación de drogas conocida como la "Santísima Trinidad", compuesta por opioides (generalmente oxicodona), benzodiacepinas (generalmente alprazolam) y relajantes musculares (generalmente carisoprodol).

Según los fiscales, Delagente no supervisó a los pacientes para detectar la adicción e ignoró las pruebas de detección de drogas para determinar si ciertos pacientes estaban tomando drogas ilícitas.

Por otro lado, al parecer el acusado prescribió sustancias controladas a pacientes que él sabía que eran adictos a los opioides u a otros analgésicos.

En un caso, según los documentos de la corte, un paciente supuestamente le envió un mensaje a Delagente diciendo que "probablemente no podía dejar los pk’s", refiriéndose a los analgésicos. Unos días después, cuando el paciente tenía problemas en obtener analgésicos, este supuestamente le escribió a Delagente que "si pasaba 4 días sin las drogas estaba en un gran problema".

En respuesta, Delagente le habría contestado: "Le dejaré una pequeña dosis RX [receta] en la recepción para que la recoja". Los documentos judiciales dicen que Delagente supuestamente le escribió al paciente una receta para 30 días de 120 pastillas de oxicodona de 30 miligramos.

Según los fiscales, Delagente en un momento le habría dicho a este paciente: "Me estoy arriesgando y puedo perder mi licencia médica o [ser] arrestado por lo que acabo de hacer".

Delagente también fue acusado de alterar los registros médicos de los pacientes que recibieron recetas de sustancias controladas por parte de él. Esto después de que las autoridades lo citaran a fines de abril de 2019.

El acusado enfrenta una pena máxima de 20 años en prisión y una multa de $1 millón por el cargo de distribución de sustancias peligrosas controladas y una pena máxima de 20 años en prisión y una multa de $250,000 por el cargo de obstrucción.

Este será sentenciado el 10 de junio de 2020.

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