NUEVA YORK - Un oficial de policía de Nueva York que murió durante un forcejeo con un hombre armado en El Bronx, fue baleado por sus propios compañeros de la policía, confirmó este lunes el Comisionado del NYPD, James O'Neill.
El oficial de policía de Nueva York, Brian Mulkeen, un veterano de la fuerza de casi siete años, murió tras recibir varios impactos de bala durante un intento de arresto en la madrugada del domingo.
El sospechoso de 27 años también murió después de que cinco oficiales le dispararon, dijeron las autoridades policiales.
Mulkeen, de 33 años, retuvo la posesión de su arma de fuego durante toda la lucha con el sospechoso, dijo O'Neill, y agregó que Mulkeen disparó cinco veces contra el sospechoso.
Según O'Neill, el sospechoso no disparó su arma, pero la investigación reveló que los compañeros de Mulkeen dispararon un total de 10 disparos "y dos de esos disparos impactaron al oficial Mulkeen".
"Este es un caso trágico de fuego amistoso, pero no se equivoquen, perdimos la vida de un valiente servidor público debido a un criminal violento que puso en peligro la vida de la policía y de todas las personas a las que servimos", añadió O'Neill.
Cientos de oficiales de la Policía de Nueva York se alinearon en la calle, brindando un emotivo saludo, mientras el cuerpo de Mulkeen era escoltado desde la oficina del médico forense el lunes por la mañana hasta una funeraria; el tráfico fue clausurado para honrar al oficial caído con cañones de agua mientras la caravana que llevaba su cuerpo conducía por la autopista.
Mulkeen estaba patrullando las calles alrededor de un complejo de apartamentos alrededor de las 12:30 a.m. como parte de un operatio que investigaba la posible actividad de pandillas, dijo el jefe de departamento Terence Monahan.
Mulkeen y su compañero intentaron detener a un hombre que había evadido preguntas, y se produjo una lucha que acabó en el suelo, dijo Monahan previamente.
Mientras los hombres luchaban, la cámara del cuerpo de Mulkeen lo grabó diciendo: "¡Está intentando agarrarla!", refiriéndose a su arma.
"El arma del oficial Mulkeen disparó cinco veces", dijo Monahan. "En este punto, no está claro quién disparó el arma del oficial Mulkeen".
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Un revólver calibre .32, que según la policía pertenecía al sospechoso fue recuperado en la escena. No había sido disparado, dijo Monahan.
El sospechoso de 27 años también murió después de que cinco oficiales le dispararon, dijeron las autoridades policiales. Todavía no ha sido identificado públicamente.
Monahan dijo que el sospechoso, identificado por los agentes del orden como Antonio Williams de Binghamton, estaba en libertad condicional hasta 2022 por un arresto relacionado con narcóticos el año pasado y tuvo varios arrestos previos, incluida una condena por robo en el condado de Rockland.
Mulkeen había servido casi siete años en el departamento y trabajó en el cuartel 47. Vivía con su novia, también una oficial de policía de la policía de Nueva York.
Monahan describió al oficial como un "valiente" y dijo que estaba "haciendo el trabajo que le pedimos que hiciera, un trabajo que los neoyorquinos necesitaban que hiciera".
"Perdimos un héroe esta noche", dijo el alcalde Bill de Blasio en una conferencia de prensa frente al Centro Médico Jacobi en El Bronx.
El programa de atletismo de la Universidad de Fordham en El Bronx publicó que Mulkeen era un exalumno y recientemente se había convertido en un entrenador voluntario. El programa dijo que, como estudiante, formó parte del equipo de 2008 que ganó el Campeonato Metropolitano de Atletismo al Aire Libre, el primero del programa.
El gobernador Andrew Cuomo, en un evento no relacionado, dijo que Mulkeen "hizo el mayor sacrificio. Arriesgó su vida y la perdió al servicio de la gente de esta ciudad".
La policía de Nueva York ha tenido un año difícil, con varias muertes trágicas.
Mulkeen es el segundo oficial de policía de Nueva York asesinado en el cumplimiento del deber, después del detective Brian Simonsen, quien fue baleado accidentalmente por otros oficiales en febrero mientras se enfrentaba a un sospechoso de robo.
"Hemos estado aquí con demasiada frecuencia. Conocemos las instrucciones para llegar aquí", dijo Pat Lynch, presidente del sindicato policial de la ciudad de Nueva York, en la conferencia de prensa. "Tiene que parar", añadió.
La muerte de Mulkeen se produce justo cuando la policía de Nueva York ha declarado una emergencia de salud mental en medio de una serie de suicidios por parte de agentes de policía. Nueve oficiales de policía de Nueva York se han quitado la vida este año, una tendencia inquietante que también está ocurriendo en todo el país.
