Abuso y violencia intrafamiliar, “en el nombre de Dios”

Un pastor cristiano del estado de Jalisco fue acusado por su esposa de violación y ataques.

En su iglesia hablaba de la paz, el amor y de Dios… pero en su casa, asegura su aún esposa, este pastor cristiano era otra persona.

"Él llegó a abrirme la cabeza, me pusieron puntos, también llegó a ahorcarme", recuerda Alma Fabiola Rodríguez, esposa del pastor de la Iglesia Sión Cristiana Evangélica.

Fabiola acudió ante la Fiscalía de Jalisco para acusar a su cónyuge y presentó, como evidencia, fotografias de que el religioso abusaba de ella y de sus hijos sexual, física y piscológicamente.

"Mi esposo veía pornografía, pero nos mandaba a llamar a mi hijo y a mí para que también la viéramos", cuenta.

Desde 2005 contrajo matrimonio con Josué Francisco Rodríguez Yépez y proceó a dos hijos, hoy una de 4 años y otro de 8, quien tiene autismo.

La denunciante asegura que por lo menos durante 6 años vivió ese martirio por miedo de que algo le ocurriera a sus pequeños. Pero cansada de los malos tratos, decidió buscar un abogado que documentó lo que ocurría.

"Este hombre golpeaba y castigaba a sus hijos en el nombre de Dios", dice el abogado Sergio Valente Gallardo.

La Fiscalía estatal inició la investigació y llamará a declarar al inculpado. Telemundo lo buscó para conocer su versión en la iglesia donde profesaba y en su domicilio, pero no obtuvo respuesta.

En el templo cristiano donde profesaba, indicaron que el padre del acusado es el líder de la iglesia y, en cuanto tuvieran algo que decir, lo comunicarían.

Quienes conocen a quien se hace llamar profeta y a su familia reconocieron que Josué Rodríguez les daba confianza cuando hablaba ante ellos.

Pero también, dice una de sus vecinas, los muros de la casa no podían ocultar lo que ocurría con quien se autonombraba "el elegido de dios".

"Nunca hicimos nada, pero oímos gritos", acepta Brenda Rodríguez, vecina del pastor acusado.

Por lo pronto, un juez otorgó una orden de restriccion, con la cual el pastor cristiano no podrá acercarse ni a su esposa ni a sus hijos.

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