NUEVA YORK – El Departamento de Policía de Nueva York informó que investiga el proceder de dos de sus uniformados en el caso del adolescente dominicano Lesandro Guzmán Feliz, de 15 años y asesinado a punta de machete y cuchillo frente a una bodega de El Bronx.
En videos divulgados en redes sociales se observa cómo Lesandro se desangra en la acera y clama por ayuda mientras que dos oficiales lo observan.
El NYPD informó a Telemundo 47 que está investigando si sus uniformados ayudaron o no a Junior en sus últimos minutos de vida.
El teniente John Grimpel emitió la siguiente declaración en un correo electrónico:
“El comando del condado de El Bronx está revisando la respuesta (de los dos oficiales). No se han presentado quejas con respecto a la respuesta al incidente y no hay ninguna investigación de la Oficina de Asuntos Internos. Los oficiales respondieron a una llamada de emergencia diferente y fueron dirigidos a la víctima (Lesandro Guzmán) por los civiles. Una ambulancia llegó poco más de un minuto después”.
La policía no reveló si los uniformados fueron suspendidos, aunque sí aclaró que la Oficina de Asuntos Internos no ha iniciado una investigación, como informaron algunos medios de nuestra área.
Junior, como era conocido el adolescente, fue asesinado por presuntos miembros de la pandilla dominicana Trinitarios.
El joven fue arrestado del interior de una bodega en 183rd Street y Bathgate Avenue cerca de la medianoche del 20 de junio.
El adolescente intentó salvar su vida tras recibir una puñalada en el cuello y corrió desesperado al cercano St. Barnabas Hospital antes de desplomarse a poca distancia.
El video, que investiga la uniformada, muestra al adolescente tendido en la acera y bañado en sangre mientras que los residentes del área intentan frenar el sangrado con lo que parecen ser servilletas.
En la escena se ve a dos oficiales observando a los vecinos aparentemente sin actuar para socorrer al adolescente.
En el video se puede escuchar a uno de los residentes cuestionar a los uniformados por presuntamente no prestar ayuda, además de que alguien intenta tranquilizar al agonizante adolescente.
