Muere sospechoso de asesinar y abusar de “Baby Hope”

NUEVA YORK - Un trabajador de un restaurante acusado de matar a una pequeña conocida por años sólo como “Baby Hope” (Bebé de la Esperanza), cuyo cuerpo fue encontrado dentro de un refrigerador en Manhattan en 1991, ha muerto bajo la custodia de las autoridades.

Conrado Juárez murió el domingo en el hospital Montefiore Nyack, luego de complicaciones relacionadas con el cáncer de páncreas, dijo un funcionario a The New York Times.

La portavoz de la Comisión de Correcciones del Estado, Janine Kava, también confirmó su muerte.

Juárez de 57 años estaba esperando el juicio en su contra durante los últimos cinco años. Él fue acusado por el asesinato de Anjélica Castillo, de 4 años. El cuerpo desnudo de la niña fue encontrado en un refrigerador que había sido dejado en una zona boscosa en el alto Manhattan.

Los fiscales dijeron que ella había sido sofocada y abusada sexualmente. Su asesinato permaneció sin resolver durante más de dos décadas. Los detectives la llamaron “Baby Hope” al no poder identificarla, pese a los múltiples intentos y el uso de tecnología avanzada.

El abogado de Juárez, Michael J. Croce, no hizo comentarios sobre su muerte.

Sobre el Caso

Conrado Juárez confesó a las autoridades haber violado y asfixiado a la niña, cuyo nombre real es Anjélica Castillo.

A finales de 2015, entonces de 52 años, Juárez retiró su confesión.

La policía dijo que Juárez y su hermana, ya fallecida, elucubraron un plan para abandonar el cuerpo de la menor dentro de un refrigerador portátil en una zona boscosa del alto Manhattan, en 1991.
Pero en una entrevista con el New York Times publicada este jueves, Juárez dijo que fue obligado a confesar bajo coacción por parte de los detectives del Departamento de Policía de Nueva York.
La confesión fue grabada en video.
Juárez, sin embargo, admitió que ayudó a disponer del cuerpo de Anjélica Castillo después de que su hermana Balvina supuestamente lo llamó a su teléfono celular para decirle que la niña se había caído por las escaleras y había muerto.
La niña vivía con Balvina Juárez después de que su tío - el padre de Angélica - desapareció y nunca regresó.
El Times señaló que Juárez, quien trabajaba como ayudante de cocina, no hablaba inglés y carecía de documentación migratoria, disponía de un teléfono celular pese a que solamente el 3 por ciento de los estadounidenses lo tenían en 1991.
Juárez le dijo al Times que él ayudó a su hermana a meter el cuerpo en la nevera portátil y que los dos fueron en taxi hasta el parque cerca de la Henry Hudson Parkway, donde abandonaron a la niña.
La madre de Anjélica, Margarita Castillo, no parecía capaz de cuidar de sus hijas Anjélica y Maribel, dijo Conrado Juárez, y Balvina Juárez se convirtió en una buena opción como madre adoptiva ya que casi tenía 50 años de edad y nunca había tenido hijos propios.
"Le dije a mi hermana que tenía que obtener algún tipo de recibo aunque no fuera notariado o preparado formalmente por un abogado. Le dije que la madre natural tenía que firmarle algún papel ya que era ella quien criaría a las niñas", dijo el acusado al New York Times.
Añadió que cuando las chicas se portaban mal, su hermana las ataba a una silla o las golpeaba. Dijo que trató de convencer a su hermana de que mandara a las pequeñas de regreso a México.
Dijo que a pesar de su frustración, Balvina Juárez amaba a Anjélica y a su hermana Maribel.
Juárez regresó a México para enterrar a su hermana después de que ésta murió de un derrame cerebral en 1995, según le dijo al Times, dejando a Maribel, la hermana de Angélica, con su compañera sentimental de entonces y sus hijos.
Juárez cruzó la frontera de regreso a Estados Unidos y entregó Maribel a su madre natural.
Fue entonces, según dijo, que la madre de Baby Hope se enteró de que su hija había muerto.
"Yo fui el que se lo dije", explicó Juárez. "Le dije que ella ya no estaba entre nosotros y eso fue todo. No hizo muchas preguntas".
La madre de Angélica se negó a comentar el Times, pero en una entrevista exclusiva con Noticias Telemundo esta semana , señaló que nunca informó de que Angélica había desaparecido porque creía que la chica estaba con su padre, de quien se había separado.
Juárez está a la espera de juicio. Le dijo al Times que estaba resignado a pasar el resto de su vida en prisión , pero insistió en que su confesión fue forzada y que los detectives se turnaron para interrogarle y presionarle.
Una persona con conocimiento del caso dijo al Times que en su confesión, Juárez "dijo algo acerca de cómo murió (Angélica) que sólo lo sabría quien la hubiera matado".
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