NUEVA YORK - Un hombre, baleado por la policía de la ciudad de Nueva York el mes pasado después de amenazar a los agentes con un cuchillo y una pistola, murió a causa del coronavirus cinco días después del incidente, dijo la policía el jueves.
Ricardo Cardona, de 55 años, dijo a los oficiales varias veces "por favor mátenme", mientras ignoraba las órdenes de soltar las armas. Así muestra el video de la cámara corporal del tiroteo que ocurrió el primero de abril en El Bronx.
Cardona, quien llamó al 911 para llamar la atención de la policía, dijo luego a los investigadores que quería morir porque recientemente había dado positivo al coronavirus, señaló el sargento Carlos Nieves en un video.
"El señor Cardona informó a los investigadores que recientemente le diagnosticaron COVID-19 y, como resultado, quería morir por "suicidio por policía", dijo Nieves.
Los oficiales dispararon 11 veces contra Cardona y lo golpearon siete veces en el torso y las extremidades inferiores, pero los resultados preliminares de la autopsia mostraron que su causa de muerte fue el coronavirus, con sus heridas y afecciones de salud subyacentes como factores que complicaron su salud, dijo Nieves.
La mayoría de las personas que contraen el virus se recuperan y experimentan síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Puede causar neumonía y ser mortal para los ancianos o enfermos.
Se dejó un mensaje en la oficina del médico forense de la ciudad en busca de comentarios.
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El día del incidente Cardona sostenía un cuchillo táctico de 12 pulgadas en la mano y un revólver de la era de la Guerra Civil en la otra mientras los oficiales Xavier Marcus y Cindy Nieves respondían a una llamada al 911 sobre un hombre que caminaba por las calles con un cuchillo ensangrentado alrededor de las 4 a. m., dijo la policía.
Los registros de teléfonos celulares y el video de seguridad del edificio de apartamentos mostraron que fue el mismo Cardona quien llamó al 911, antes de cortar la llamada y caminar hacia la intersección donde se encontró con los oficiales. Más tarde, se determinó que el arma de Cardona era inoperable, dijo el sargento Nieves.
Cardona, que inicialmente fue hospitalizada en condición estable, había enfrentado cargos que incluyen intento de asalto, amenaza a un oficial de policía y posesión criminal de un arma como resultado del incidente. El caso fue abandonado tras su muerte.
