NUEVA YORK — Una familia dominicana pensaba que el horror de vivir en dolor había llegado a su fin, pero ahora la madre del pequeño Samuel, quien recibió una cirugía milagrosa en El Bronx, podría enfrentar la deportación.
Samuel, de 12 años, tenía una malformación muy rara, conocido como “arteria malformación”, que es un tumor de sangre.
La madre, Johanna Infante de Tatis, dijo que en República Dominicana no existe la tecnología médica que su hijo necesitaba con urgencia, por lo que emprendió la odisea a los Estados Unidos, abandonando incluso su sueño de convertirse en arquitecta y todo para salvarle la vida a su hijo.
“La vida mía no ha sido fácil después de que Samuel nació con ese problema y lo que me ha mantenido en pie es la fe en Dios”, dijo Johanna.
En Julio del 2018, el doctor Gregory Levitin decidió estudiar el caso de Samuel y someterlo a una cirugía pese a los posibles riesgos, incluso si la intervención pudiera costarle la vida.
Fue una cirugía arriesgada pero que terminó mucho antes de lo que los doctores esperaban, además de que no se produjeron complicaciones. Gracias a la pericia del personal médico, ahora Samuel disfruta de una vida libre de dolor.
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Pero ahora, Johanna comienza otra batalla y esta vez teme que no obtenga la victoria.
Ella dice que por un problema técnico hubo un retraso en la correspondencia en donde a ella le notificaron muy tarde sobre la expiración de su visa.
“Samuel necesita estar aquí porque Samuel no puede viajar a Santo Domingo, Samuel no puede viajar en avión” contó Johanna ante nuestras cámaras.
Según la madre, el pequeño podría enfrentar serias complicaciones de salud al viajar en un avión.
Además, Samuel aún espera una cirugía de reconstrucción que le ayudará a comer sin dificultad.
La madre afirma que envió la renovación de su visa ya casi hace un año, pero hace unos días recibió una carta que decía que su visa se le expirará el 20 de febrero.
Johanna no entiende por qué le notificaron muy tarde o por qué su visa expirará, ya que su hijo necesita un tratamiento que no se le ofrece en República Dominicana.
Samuel y su madre ahora esperan una respuesta y se aferran a la esperanza de continuar en Estados Unidos.
