NUEVA YORK — Un hombre hispano se convirtió en sensación tras sobrevivir 17 horas en el agua del estrecho Long Island Sound.
Mike Díaz ha pescado en su kayak el agua del Long Island Sound durante 12 años, cuando este otoño pasado decidió emprender en otro viaje de pesca, el último de la temporada, desde Lloyd Neck Beach.
Después de pasar la mayor parte del día del 17 de octubre de 2017 cerca de la costa, Díaz eventualmente se aventuró más, con la esperanza de conseguir una mejor pesca.
Según la Guardia Costera de EEUU, las condiciones del tiempo ese día eran ligeras, aunque el pronóstico advertía de una tormenta el día siguiente.
Sin embargo, cuando regresaba hacia la costa, las condiciones del tiempo cambiaron.
Cuando los vientos y los mares se alzaron, el agua empezó a estrellarse contra el la embarcación, cayendo sobre su kayak, mientras que Díaz intentaba, sin éxito sacar el agua.
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Mientras se dirigía a la playa, el kayak se volcó. Díaz se ató al kayak para nadar, contra la marea, los últimos metros a la orilla.
Díaz se dio cuenta de que se encontraba en una grave situación y trató de sacar su teléfono de su “caja seca” para hacer una llamada, pero la caja falló y tras tener contacto con el agua su teléfono no funcionaba.
"El sol estaba bajando, estaba oscuro", Díaz le contó al Servicio de Guardacostas de EEUU en una entrevista, y agregó que en algún momento las luces de su kayak también se fundieron, por lo que soltó el kayak "para concentrarse en mantenerse a flote."
El compañero de cuarto de Diaz lo reportó desaparecido la mañana siguiente y comenzó la búsqueda, según la Guardia Costera.
Díaz pasó toda la noche en el agua mientras la marea lo llevaba entre Connecticut y Nueva York.
"Sabía que había un reloj corriendo", dijo Díaz. "Comienzas a pensar en la hipotermia: '¿me encontrarán en alguna playa?'".
Pero, Díaz dijo que sabía que estaría bien mientras tuviera su chaleco salvavidas puesto.
Después de más de una hora nadando y más de 17 horas en el agua, llegó a un faro que vio en la costa de Connecticut y pidió ayuda.
En cuestión de minutos, un equipo de rescate de la Guardia Costera de EE.UU llegó y recogió a Diaz.
Según la Guardia Costera de EEUU, hubo 54 muertes relacionadas a botes recreativos en 2017 en el noreste; 39 los que murieron no tenían puesto el chaleco salvavidas, mientras que 19 de las 54 muertes involucraron una nave de remo.
