De visa depende vida de niña dominicana con cáncer

NUEVA YORK – La vida de una niña dominicana de solo 11 años pende de un hilo y una visa podría ser la diferencia entre el acceso a tratamiento médico o una existencia plagada de dolor.

Esa es la dolorosa realidad de la pequeña Elizabeth Vásquez, quien necesita la extensión de una visa para permanecer en los Estados Unidos y recibir el tratamiento médico que necesita con urgencia y que le ofrece un hospital pediátrico de nuestra área.

La alegría no puedo ser mayor para la familia de Elizabeth al recibir la noticia de que el Children's Hospital at Montefiore (CHAM) ofreció un tratamiento gratuito para salvarle la vida. Sin embargo, la pequeña necesita desesperadamente una visa para quedarse en el país.

“Yo me quiero quedar aquí en Nueva York porque aquí es donde me voy a curar”, dijo esperanza la pequeña Elizabeth.

Arleny Martínez, madre de la menor, explicó que Elizabeth está diagnosticada con una leucemia linfoblastica aguda infantil, que es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros, un tipo de glóbulo blanco.

“En Santo Domingo es difícil, porque el costo de la quimioterapia es muy alto y es imposible costearlo”, comentó la desesperada madre.

El tratamiento de tres años que ofrece el Children's Hospital at Montefiore incluye la quimioterapia y completa cobertura de sus medicamentos.

Actualmente, Elizabeth fue aprobada para una visa de entrada única para tratamiento médico, pero le fue negada una visa múltiple, que le permitiría permanecer en el país sin la necesidad de acudir al Consulado en Santo Domingo cada vez que requiera la quimioterapia.

Joseph Occhipinti, director de National Police Defense Foundation, dijo que las autoridades de inmigración le dieron a Elizabeth un plazo de solo seis meses para recibir el tratamiento.

Los médicos advierten que la niña debe estar cerca del hospital para un procedimiento de urgencia en caso de que sufra una infección, que pudiera debilitar aún más su sistema inmunológico.

“Me preocupa mucho porque regresar a Santo Domingo sería como empezar de nuevo”, dijo la madre.

Con tristeza, Arleny dijo que los niños con los que Elizabeth inició su tratamiento han perdido la vida.

“Por eso tomamos la opción de buscar ayuda y venir aquí”, indicó. “Si nos hubiésemos quedado allá en Santo Domingo, ella ya no estuviera viva”.

Madre e hija afirmaron que lucharán pese al panorama desolador y suplicaron la ayuda de funcionarios y activistas.

Contáctanos