El gigantesco crucero de lujo estaba anclado justo al lado de la ciudad de Nome, en el estado de Alaska. Por ser demasiado corpulento no podía utilizar los muelles de la comunidad mar de Bering en su visita inaugural.
Debido a eso, sus más de 900 pasajeros se amontonaron en pequeñas embarcaciones a moror y fueron transportados a la orilla, donde se tomaron fotos de los bueyes salvajes, no sin antes disfrutar de lsa atracciones turísticas del lugar, al tiempo que degustaban de platos exóticos al contemplar el arte de los bailarines nativos de Alaska en la celebración de verano de Nome.
La visita del Crystal Serenity a la costa occidental de Alaska ha sido histórica. Su longitud es de casi tres campos de fútbol de largo y tiene 13 pisos de altura, lo que le convierte en el crucero más grande que cruza el Paso del Noroeste. A bordo de él, sus huéspedes adinerados disfrutan mirando los osos polares, y después pueden tener la oportunidad de cruzar a lo largo de la costa norte de Canadá en un kajak, para luego desembarcar en las playas de aguas cristalinas y caminar donde pocos han puesto sus pies.
En su camino, algunas aldeas remotas podrían recibir dinero de los turistas. Otra mirada es la de los ambientalistas, que anticipan cierta fatalidad. Dicen que el viaje representa el calentamiento global y la destrucción del hombre de la Tierra.
La ironía de la travesía del Crystal Serenity es puede hacerse a causa del cambio climático y el derretimiento del Ártico, según explica Michael Byers, profesor en el departamento de ciencias políticas en la Universidad de British Columbia en Vancouver.
El Paso del Noroeste, que une los océanos Pacífico y Atlántico, durante mucho tiempo ha perdido hielo. El cambio climático está permitiendo a los pasajeros de cruceros llegar hasta el estrecho de Bering y luego tomar ruta hacia el este de Groenlandia sobre el Océano Ártico antes de dirigirse la próxima semana en la ciudad de Nueva York.
El crucero dejó Seward, en la península de Kenai, el pasado 16 de agosto con unos 900 invitados y 600 miembros de la tripulación a bordo. Durante su viaje de un mes a Nueva York, visitará ciudades y pueblos en el oeste y el norte de Alaska, Canadá, Groenlandia y la costa este.
Local
Otros cruceros más pequeños, con alrededor de 200 personas, suelen tocar puerto en Nome para continúan a través del paso, pero esta nave es diferente.
Este es el que está en boca de todos, según dice el alcalde de Nome Richard Beneville. "Nome no escatimó gastos para asegurarse de que los turistas disfrutaran el costo de los boletos que pagaron y que cuestan más de $20,000 por persona.
