NUEVA JERSEY – Una mujer fue acusada de hacerse pasar por una agente del FBI en el condado de Mercer, en Nueva Jersey, anunció el miércoles la fiscal federal interina Rachael A. Honig.
Nealeigh Glasper, de 29 años, de Trenton, está acusado por denuncia penal de un cargo de hacerse pasar por oficial de una agencia de los Estados Unidos. Apareció ante la jueza magistrada de los Estados Unidos, Lois H. Goodman, en la corte federal de Trenton y fue liberada con una fianza no garantizada de $ 25,000.
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Según la información, el hecho ocurrió el pasado 13 de abril cuando los oficiales de la Policía de Trenton observaron un vehículo con vidrios polarizados, en aparente violación de la ley estatal de Nueva Jersey, en un área de esta ciudad. Los oficiales detuvieron el carro y pidieron al conductora y la pasajera, Glasper, bajar las cuatro ventanas polarizadas para la visibilidad y seguridad de los oficiales, dice el reporte.
Al bajar las ventanas del pasajero delantero y trasero del vehículo, Glasper supuestamente les dijo a los oficiales dos veces que era una agente especial del FBI: "Soy del FBI, me presentó como agente especial Glasper" y dijo que "trabajaba en ciberseguridad en la oficina de Filadelfia".
Glasper presuntamente continuó presentándose como agente especial del FBI, declaró varias veces que trabajaba para el Gobierno federal y se ofreció a proporcionar su placa a los oficiales. Los oficiales emitieron al conductor una citación de vehículo motorizado y la parada del vehículo motorizado concluyó.
Poco después, los oficiales regresaron al área porque Glasper supuestamente dijo que el conductor del vehículo no pudo encontrar su licencia de conducir y creía que los oficiales lo tenían. Durante ese encuentro, Glasper llevaba una funda de pistola vacía en su cadera derecha, dice el reporte, y finalmente les advirtió a los oficiales que lamaría al "superior" para avisarle de la licencia extraviada. Glasper no es, y nunca ha sido, una agente especial del FBI.
El cargo de suplantación de identidad falsa se castiga con una pena máxima potencial de tres años de prisión y una multa máxima de hasta $ 250,000.
