NUEVA YORK — Cinco hombres declarados culpables de asesinar al quinceañero dominicano Lesandro “Junior” Guzmán-Feliz en un violento ataque con machete en una bodega de El Bronx recibieron sus largas condenas el viernes.
Los culpables, descritos por fiscales como miembros de la pandilla Trinatarios, fueron inicialmente declarados culpables por un jurado el 14 de junio de homicidio en primer grado, homicidio en segundo grado, conspiración en segundo grado y asalto en pandilla en segundo grado por el brutal asesinato que ocurrió en junio de 2018.
Jonaiki Martínez Estrella fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional por asesinato en primer grado, 25 años a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 8 1/3 a 25 años por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación por asalto de pandillas de segundo grado, según la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Bronx. Sus sentencias serán simultáneas.
Además, José Muñiz, Elvin García y Antonio Rodríguez Hernández Santiago fueron condenados a 25 años en prisión a cadena perpetua por asesinato en primer grado, 25 años en prisión a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 8 1/3 a 25 años en prisión por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación por asalto de pandillas de segundo grado, dicen las autoridades. Sus sentencias también serán simultáneas.
Manuel Rivera fue sentenciado a 23 años de prisión a cadena perpetua por asesinato en primer grado, 23 años de prisión a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 5 a 15 años de prisión por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación para segundo grado asalto de pandillas.
El caso captó la atención de los neoyorquinos y de todo el país, dado que el brutal asesinato con machete del quinceañero que tuvo lugar dentro de una bodega de El Bronx fue captado en vídeo de vigilancia.
El vídeo muestra al niño siendo arrastrado fuera de la bodega y atacado por una pandilla de hombres luchaba por defenderse. Guzmán Feliz se desplomó y murió fuera del hospital luego de correr tres cuadras en un desesperado intento por salvar su vida.
Los investigadores dicen que el grupo confundió a Guzmán-Feliz, que no estaba afiliado con ninguna pandilla, con un miembro de la fracción rival de los Trinitarios. En total, más de una docena de sospechosos han sido arrestados en relación con el asesinato.
Después de un juicio de una semana lleno de testimonios emocionales, revelaciones escalofriantes y fotos gráficas, el jurado llegó a un veredicto en junio.
El primer veredicto se anunció contra Estrella, quien dio el cuchillazo fatal que mató a Guzmán-Feliz.
Cuando se leyó el veredicto, se escuchó a su compañero acusado Muniz decir "Trinitarios hasta el día de mi muerte" cuando salió de la sala del tribunal siguiendo los veredictos de culpabilidad. Los cinco acusados, Santigo, García, Rivera, Estrella y Muñiz, eran miembros de la pandilla Trinitarios.
Otro momento revelador del juicio fue cuando el testigo de la fiscalía, Kevin Álvarez, se secó las lágrimas del rostro a la vez que describía lo que sucedió la noche de verano en la que el adolescente fue arrastrado del interior de una bodega para luego ser asesinado a punta de cuchillo y machete.
Durante su testimonio, Álvarez habló con su voz quebrada acerca de su membresía en la pandilla dominicana.
El testigo afirmó que solo había estado en la pandilla durante unos cuatro meses antes del asesinato de Junior. Álvarez aseguró que antes de ingresar a la banda, estuvo en el Ejército y asistió a la universidad un semestre. También que, a sabiendas de infringir la ley, se unió a la pandilla porque pensó que eran “geniales”.
La defensa también trató de desacreditar a Guzmán-Feliz alegando que estaba en una foto de una pandilla, una noción que un detective que testificó negó.
Local
Guzmán-Feliz había sido parte del programa Exploradores de la Policía de Nueva York, un grupo para jóvenes interesados en una carrera policial. Tras el butal asesinato del jove, la New York City Police Foundation anunció que establecería una beca en su nombre.
Desde el violento ataque, la efusión de amor y apoyo de la comunidad se ha visto en un mural. La memoria de Guzmán-Feliz también se ha honrado con el cambio de nombre de una calle y un campamento de verano en un parque estatal, así como con el impulso del programa "Safe Haven Bodega" en la ciudad.
