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Defensa de Trump usará argumento de más de 150 años

Fue utilizado en el primer caso de juicio político en la historia de EEUU, contra el presidente Andrew Johnson.

SHUTTERSTCOCK/GETTY IMAGES

WASHINGTON — La defensa del presidente Donald Trump se basa parcialmente en un argumento esgrimido durante el juicio político contra el presidente Andrew Johnson hace más de 150 años: debe haber delito para que haya proceso de destitución.

No obstante, la mayoría de los juristas no coincide con esa premisa, entre ellos un profesor en Derecho convocado por los republicanos para que presentara argumentos contra el juicio a Trump durante la investigación de la Cámara de Representantes.

El juicio político contra el presidente continúa en el Congreso.

Un abogado de Johnson argumentó en su declaración inicial ante el Senado que el entonces presidente no podía ser destituido porque no era culpable de delito alguno.

Johnson fue absuelto por diferencia de un solo voto. Uno de los abogados de Trump, Alan Dershowitz, dijo que el mismo argumento será fundamental en la defensa constitucional que hará del mandatario: debe haber una “conducta delictiva” para que haya juicio político.

Ésta es una forma en que la historia se utiliza como arma y se distorsiona para dar peso a este tipo de alegatos

Rachel Shelden, profesora de historia en la Universidad de Penn State

La idea podría ser atractiva a los republicanos que buscan un fundamento legal para absolver a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso.

Sin embargo, los juristas rebaten la idea de que los Padres Fundadores hayan pretendido que, para dar paso a un proceso de destitución, fuera necesario presentar pruebas de un delito.

El presidente Donald Trump enfrenta cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.

Los historiadores también dudan que el argumento del abogado de Johnson, Benjamin Robbins Curtis, haya sido decisivo para asegurar la exoneración del mandatario por estrecho margen.

″Ésta es una forma en que la historia se utiliza como arma y se distorsiona para dar peso a este tipo de alegatos”, dijo Rachel Shelden, profesora de historia en la Universidad de Penn State y especialista en la época de la Guerra Civil.

El nuevo informe sería parte de los documentos que el congreso entregó al Senado en la transmisión de los artículos de juicio político contra el presidente Donald Trump, el pasado jueves.

“Es una forma de intentar promover una comprensión falsa del juicio político contra Johnson, con base en lo que los historiadores creen ahora”, añadió.

El punto en controversia es el criterio de la Constitución para concretar el juicio político: “traición, soborno u otros delitos mayores y menores”

Con el paso de los siglos, el entendimiento es que el umbral abarque delitos reales -ha habido jueces sometidos a proceso de destitución por abuso sexual o por pedir sobornos, entre otras infracciones-, pero también comportamiento impropio no penal como estar borracho en el estrado o favoritismo en el nombramiento de síndicos de quiebra.

El proceso está previsto para comenzar el martes 21 de enero.

Johnson fue sometido a proceso de destitución tras ser acusado de violar la Ley de Ejercicio del Cargo, que prohibía a los presidentes despedir a ciertos funcionarios sin la aprobación del Senado, porque destituyó al secretario de Guerra, Edwin Stanton.

La defensa de Johnson cuestionó la constitucionalidad de esa ley, ahora extinta y durante el juicio político en 1868, uno de los abogados del mandatario afirmó en su argumento inicial que una falta meritoria de un juicio político “se refiere a y sólo incluye, delitos penales graves contra Estados Unidos”.

Varias veces llamó "mentirosos" y "corruptos" a sus acusadores, así como a una de la parte de la prensa.

“No puede haber delito, no puede haber falta sin una ley, escrita o no escrita, expresa o implícita”, dijo Curtis, exministro de la Corte Suprema.

“Debe existir alguna ley; de lo contrario no existe delito. Mi interpretación de esto es que los vocablos ‘delitos graves y faltas’ implican ‘infracciones contra las leyes de Estados Unidos’”.

Dershowitz, que tiene previsto hacer una presentación constitucional ante el Senado en unos días, dijo el domingo al programa “State of the Union” de la cadena CNN que parafraseará el argumento de Curtis de que “los redactores de la Constitución concibieron que la conducta meritoria de un proceso de destitución sea sólo una conducta delictiva o prohibida por el derecho penal”.

Tras la maratónica sesión de 13 horas, los republicanos impusieron su mayoría.

“Ese argumento prevaleció. Siendo abogado en el equipo de defensa del presidente, lo esgrimiré contra el juicio político. Es mi papel. Está muy claro. Lo he hecho antes”, declaró Dershowitz.

Los senadores republicanos podrían acoger el argumento. Uno de ellos, el senador John Cornyn, dijo a la prensa el miércoles que cualquier persona sobre la que pese una imputación tiene derecho a conocer cuál ley o criterio se le acusa de haber infringido.

“Me parece muy peligrosa esta idea de que se puede utilizar el abuso del poder como una caja de sorpresas para meter en ella todos los reclamos políticos, de política o personales”, dijo Cornym.

Sin embargo, juristas y los demócratas rechazan la aseveración de que una falta que dé pie a un juicio político deba ser un delito encausable.

Frank Bowman, profesor de derecho en la Universidad de Missouri y exalumno de Dershowitz en la Escuela de Derecho de Harvard, dijo que es “basura”. Jonathan Turley, profesor de derecho en la Universidad George Washington, que presentó argumentos contra el juicio político en la Cámara de Representantes, escribió el miércoles en The Washington Post que ese argumento era políticamente imprudente y constitucionalmente miope.

“Ellos tuvieron que salirse de la esfera de los abogados constitucionalistas y los académicos para pasar a un abogado en derecho penal a fin de esgrimir ese argumento, porque ningún experto prestigioso en derecho constitucional lo haría”, dijo el representante Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

Schiff es uno de los siete demócratas que fungen como fiscales en el juicio político.

Incluso el secretario de Justicia de Trump, William Barr, escribió en junio de 2018 en un memorando -antes de que fuera propuesto al cargo de gabinete- que el Congreso puede someter a juicio político a los presidentes que hayan incurrido en abuso del poder.

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