En la frontera nevada entre Nueva York y Canadá, la oficina del alguacil local está pidiendo a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que ponga más personal detrás de lo que los lugareños llaman una crisis creciente: la cantidad de cruces fronterizos ilegales en el área durante los últimos cinco meses es casi 10 veces más que en el mismo período del año pasado, y los que cruzan la frontera corren peligro de morir congelados.
Del 1 de octubre al 28 de febrero, alrededor de 2000 migrantes cruzaron la frontera entre Canadá y New Hampshire, Vermont y Nueva York hacia el sur a través de los bosques, en comparación con solo 200 cruces en el mismo período del año anterior.
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Los inmigrantes son principalmente de México y pueden viajar a Canadá sin visa antes de cruzar ilegalmente a los EEUU, a menudo para reunirse con sus familias.
El fin de semana pasado, el equipo del alguacil David Favro del condado de Clinton, Nueva York, ayudó a la Patrulla Fronteriza a rescatar a 39 migrantes, algunos cuya ropa se había congelado en sus cuerpos.
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