INDIANAPOLIS — La administración del presidente Joe Biden y uno de los mayores empleadores de Indiana condenaron la nueva prohibición estatal de los abortos y la Casa Blanca la calificó como otro intento extremo de los republicanos de pisotear los derechos de las mujeres.
Indiana se convirtió el viernes en el primer estado de la nación en aprobar dicha legislación desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló un caso histórico de 1973 que había protegido el derecho al aborto en todo el país.
“La Legislatura de Indiana dio un paso devastador como resultado de la decisión extrema de la Corte Suprema de anular Roe vs. Wade y eliminar el derecho de las mujeres al aborto protegido constitucionalmente”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado el sábado.
“Y es otro paso radical de los legisladores republicanos para quitarles los derechos reproductivos y la libertad de las mujeres, y poner las decisiones de atención médica personal en manos de los políticos en lugar de las mujeres y sus médicos”.
EL PROYECTO REALIZARÁ ALGUNAS EXCEPCIONES
La prohibición, que entra en vigor el 15 de septiembre, incluye algunas excepciones. Se permitirán abortos en casos de violación e incesto, antes de las 10 semanas posteriores a la fecundación; proteger la vida y la salud física de la madre; y si a un feto se le diagnostica una anomalía letal.
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A las víctimas de violación e incesto no se les exigirá que firmen una declaración jurada ante notario que acredite un ataque, como se había propuesto una vez.
Según el proyecto de ley, los abortos solo se pueden realizar en hospitales o centros ambulatorios o propiedades de hospitales, lo que significa que todas las clínicas de aborto perderán sus licencias. Un médico que realice un aborto ilegal o no presente los informes requeridos también perderá su licencia médica.
EN DESACUERDO ELI LILLY AND COMPANY
El gigante farmacéutico Eli Lilly and Company, que emplea a 10.400 personas en su sede en Indianápolis, advirtió que la prohibición podría llevarlo a reevaluar su presencia en Indiana.
“Nos preocupa que esta ley obstaculice la capacidad de Lilly, y de Indiana, para atraer diversos talentos científicos, de ingeniería y comerciales de todo el mundo”, dijo la compañía en un comunicado el sábado.
“Si bien hemos ampliado la cobertura de nuestro plan de salud para empleados para incluir viajes por servicios reproductivos que no están disponibles localmente, eso puede no ser suficiente para algunos empleados actuales y potenciales”. “Dada esta nueva ley, nos veremos obligados a planificar un mayor crecimiento del empleo fuera de nuestro estado de origen”, dijo.
Lilly tiene centros de investigación y desarrollo en la ciudad de Nueva York y en las ciudades californianas de San Diego y San Francisco, y este año anunció que construiría un centro de medicina genética de 700 millones de dólares en Boston.
Esta no estaba entre las más de 250 empresas que se opusieron a las restricciones al aborto en una carta publicada el 21 de julio por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, informó The Indianapolis Star.
Indiana University Health (IU Health, por sus siglas en inglés), el sistema de atención médica más grande de Indiana, dijo que estaba estudiando la nueva ley.
“La prioridad de IU Health sigue siendo garantizar que nuestros médicos y pacientes tengan claridad al tomar decisiones sobre el embarazo dentro de los límites de la ley. Nos tomaremos las próximas semanas para comprender completamente los términos de la nueva ley y cómo incorporar los cambios en nuestra práctica médica para proteger a nuestros proveedores y cuidar a las personas que buscan atención médica reproductiva”, dijo en un comunicado.
La Cámara de Comercio de Indianápolis instó a la Asamblea General a proceder con cautela. “Durante las últimas dos semanas, la Asamblea General de Indiana ha debatido un cambio de política sustancial sobre el tema del aborto en un período de tiempo reducido”, dijo la cámara en un comunicado el jueves.
“Un proceso legislativo tan acelerado, que se apresura a promover la política estatal sobre temas amplios y complejos, es, en el mejor de los casos, perjudicial para los residentes de Indiana y, en el peor, imprudente”.