Administración Trump desaloja a exlíder de Guardia Costera de su casa con 3 horas de aviso

La administración del presidente Donald Trump desalojó el martes a la excomandante de la Guardia Costera Linda Fagan de su casa con tres horas de antelación (ni siquiera tiempo suficiente para recoger sus efectos personales), según dos personas familiarizadas con el incidente.

Fagan, una almirante de cuatro estrellas y la primera mujer en liderar una rama del ejército, fue destituida de su puesto como oficial superior de la Guardia Costera en el segundo día de Trump en el cargo. Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que supervisa la Guardia Costera, citaron problemas de seguridad fronteriza y un “enfoque excesivo” en la diversidad, la equidad y la inclusión entre las razones de su despido.

Fagan era un blanco conveniente para un nuevo presidente que quería mostrar su fuerza. El proceso para despedirla fue menos complejo que el de destituir a los jefes de las cuatro principales ramas del ejército. Más que eso, la medida le permitió enviar señales sobre su agenda antiDEI y su deseo de frenar el flujo de inmigrantes y bienes ilegales hacia Estados Unidos.

Echarla de su casa con poca antelación fue un paso más allá.

"Es mezquino y personal", dijo un aliado de Fagan.

Pero un funcionario del DHS respondió que tenía sentido que la sacaran de la casa en la Base Conjunta Anacostia Bolling.

"Ella fue despedida con causa hoy hace dos semanas y todavía vivía en esos alojamientos de almirante", dijo el funcionario, confirmando que a Fagan le habían dicho que se fuera. El funcionario dijo que no podían confirmar ni negar el cronograma de tres horas.

NBC News contactó a la Casa Blanca y a la Guardia Costera para solicitar comentarios.

Los líderes de la Guardia Costera le habían dado a Fagan una exención de 60 días para encontrar una nueva vivienda, según una de las fuentes. Pero el martes, funcionarios de Seguridad Nacional le dijeron al comandante en funciones, Kevin Lunday, que tenía que echarla porque "el presidente la quiere fuera de su cuartel", según una de las personas familiarizadas con el incidente.

El funcionario del DHS no pudo determinar de inmediato si la directiva procedía realmente de Trump o si su nombre había sido invocado sin su conocimiento.

Lunday luego informó a Fagan, a las 2 p.m. el martes, diciéndole que tenía tres horas para salir. Poco después, su equipo recibió una llamada de los asistentes de Sean Plankey, un asesor principal del DHS y oficial retirado de la Guardia Costera, indicándole que dejara la casa abierta para poder fotografiar el interior, según una de las fuentes.

"Es un juego de poder realmente extraño", dijo el aliado de Fagan.

Fagan rechazó que los funcionarios del DHS tomaran fotografías del interior de la casa.

"No les autorizo ​​a entrar a mi casa, esté o no allí", le dijo a otro funcionario de la Guardia Costera. Lunday transmitió eso al equipo de Plankey, señalando que un intento de acceder a la casa equivaldría a una invasión, según una de las fuentes. Pero Fagan se fue.

Salió de la casa “con muchos, tal vez todos, sus artículos personales y enseres domésticos todavía allí”, dijo un ex oficial militar estadounidense. Pasó la noche con amigos.

El Comando de Transporte de los Estados Unidos ahora es responsable de sacar sus efectos personales de la casa.

"Le dieron un lugar diferente para quedarse", dijo el funcionario del DHS. "Todavía le estamos proporcionando alojamiento".

El funcionario no pudo decir qué tipo de vivienda, y la aliada de Fagan dijo que no se le ofreció una alternativa como parte de la discusión sobre su salida del local.