Sessions se abstiene de revelar lo hablado con Trump

Afirmó que "nunca" se reunió con funcionarios rusos con el objetivo de influir en elecciones

Los miembros del comité de inteligencia del Senado expresaron sentir confusión sobre por qué el fiscal general Jeff Sessions no revelará sus conversaciones con el presidente. Esto durante la interpelación que el secretario de Justicia realizó la tarde de este martes durante poco más de 2 horas. 

Sessions dijo que no describirá sus conversaciones con el presidente Donald Trump sobre el despido del director del FBI James Comey. Sin embargo, explicó que no tiene el poder de invocar el privilegio ejecutivo, y el presidente no lo ha socilitado. 

Sessions afirmó que Comey debió haber compartido sus preocupaciones acerca de una reunión con el presidente Trump con otro funcionario del Departamento de Justicia. Aseguró también que la decisión de Comey sobre que Hillary Clinton no fuera procesada por sus correos electrónicos fue una "usurpación" de la autoridad del Departamento de Justicia.

Entonces recomendó el despido de Comey después de una serie de preocupaciones sobre su desempeño en el trabajo.

Por otra parte Sessions dijo ante un comité del Senado que no tuvo una tercera reunión o conversación privada con el embajador ruso en Estados Unidos. "Si hubo algún tipo de interacción breve con el embajador ruso durante esa recepción, no lo recuerdo", afirmó.

Su respuesta apasionada vino después de que los demócratas le hicieron preguntas sobre si se reunió confidencialmente con Sergey Kislyak en un evento de política exterior en abril de 2016 en el hotel de Mayflower en Washington. Sessions afirmó que él estaba allí para un discurso del entonces candidato Donald Trump y los miembros del personal de Sessions también estaban entre los presentes.

Alega que no recuerda ninguna reunión privada o conversaciones con funcionarios rusos en ese evento.

Responde las preguntas de sus antiguos colegas del Senado acerca de su papel en la destitución del director del FBI, sus contactos rusos durante la campaña y su decisión de recusarse de una investigación sobre los posibles vínculos entre el Kremlin y los socios del presidente Donald Trump.

Sessions afirmó que "nunca" se ha reunido con ningún funcionario del Gobierno ruso con el objetivo de influir en las elecciones presidenciales de 2016.

"Nunca me he reunido ni he tenido ninguna conversación con ningún funcionario ruso o con ningún funcionario de ningún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de Estados Unidos", afirmó Sessions ante el Comité de Inteligencia del Senado, encargado de investigar la supuesta injerencia rusa en los comicios.

El fiscal general explicó igualmente que se recusó de la investigación sobre los vínculos de la campaña de Trump con Rusia porque estaba involucrado en dicha campaña. En tal sentido negó que lo hiciera porque había hecho algo malo o era el sujeto de la investigación. Dice que se apartó porque las reglas del Departamento de Justicia impiden tal conflicto de intereses.

Sessions se convirtió en fiscal general en febrero, pero no se recusó de esa investigación hasta marzo. "Se me hizo claro con el tiempo que calificaba como asesor principal de la campaña y que era apropiado y correcto para mí recusarme".

Las declaraciones públicas ante la comisión de inteligencia del Senado son las más amplias hasta la fecha sobre los problemas que lo han acosado desde que asumió y que hace tres meses lo llevaron a apartarse de la investigación sobre Rusia.

Desde hace semanas, los legisladores exigen que Sessions responda sobre todo acerca de las reuniones que tuvo a mediados del año pasado con el embajador ruso a Washington.

Según las declaraciones que dio a la misma comisión el jueves pasado el ex director James Comey, el FBI esperaba que Sessions se recusara mucho antes de la investigación de los contactos entre miembros de la campaña presidencial de Trump y Rusia durante las elecciones de 2016.

Sessions, el primer senador que dio su apoyo a Trump y desde entonces un estrecho colaborador de su campaña, se apartó de la investigación a principios de marzo al reconocer que había conversado con el embajador ruso Serguei Kislyak en dos ocasiones en los meses anteriores a las elecciones.

Sin embargo, durante su audiencia de confirmación en enero, dijo que no se había reunido con rusos durante la campaña.

Desde entonces, los legisladores han indagado acerca de una posible tercera reunión en un hotel en Washington, aunque el Departamento de Justicia ha dicho que no sucedió.

Por otra parte Sessions también fue interrogado sobre su relación con el despido del director del FBI James Comey.  Expresó que nunca tuvo conversaciones con Comey sobre su desempeño en el trabajo antes de su despido.

Sessions recomendó el despido el mes pasado, levantando preguntas sobre si él violó su recusación de la investigación en los lazos de la campaña con Rusia. Pero Sessions explicó este martes que tenía preocupaciones sobre el desempeño de Comey incluso antes de que fuera confirmado. Afirmó que él y el vice-fiscal Rod Rosenstein lo discutieron y "ambos estuvimos de acuerdo en que un nuevo comienzo en el FBI era probablemente lo mejor".

Sessions dice que estuvo involucrado en el despido de Comey porque supervisa al FBI. Agregó que "sugerir que una recusación de una sola investigación específica" le haría incapaz de manejar el liderazgo del FBI sería "absurdo".

Existían dudas acerca de si la audiencia estaría abierta al público, pero el Departamento de Justicia dijo el lunes que él lo pidió porque “considera importante que el pueblo estadounidense escuche la verdad de su propia boca”.

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