Nueva Jersey – Doce miembros de una organización de narcotráfico en Newark, entre sus 21 y 51 años, incluyendo un hombre hispano, fueron acusados el mirércoles por presuntamente distribuir y vender heroína, fentalino y crack en el centro de recreación para niños Rotunda Recreation and Wellness Center.
Además, también fueron acusados por el supuesto uso de armas de fuego para proteger el negocio ilegal.
Los arrestos se dan gracias a una larga investigación que implicó conversaciones telefónicas de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
Las autoridades informaron que otros seis sospechosos ya habían sido arrestados anteriormente.
“Mientras niños del vecindario venían a jugar baloncesto y ajedrez, es posible que estuvieran a pocos metros de la droga y de los delincuentes que la vendían”, aseguró el fiscal Craig Carpenito.
“Sacar de la calle a las personas que dirigieron esta operación es una prioridad para las fuerzas del orden público, y junto con la DEA, la Policía de Newark, la del estado de Nueva Jersey, y muchos otros, estamos lográndolo”, añadió.
Dos de los acusados, Edward Williams, de 51 años, y Wali Duncan, de 37, eran los presuntos líderes de la red de narcotráficantes. Ambos también eran miembros de la pandilla Bloods.
Al parecer, Williams y otros dos imputados, Arthur Hardy, de 41 años, y Rahim Jackson, de 43, eran empleados del centro infantil ubicado en la avenida Clinton.
Durante la operación, Jackson y Hardy presuntamente entregaban las drogas a los presuntos líderes.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Ras Baraka, aseguró que los agentes de la investigación cometieron un error y aclaró que Hardy no era el director del lugar, como se informó inicialmente.
El funcionario también afirmó que los tres empleados trabajaban desde enero en el centro, pero solo medio tiempo. Es por esta razón no se hizo una verificación de su récord criminal, lo que hubiera revelado su historial.
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Acorde a las autoridades, al menos uno de ellos continúa prófugo de la justicia. De ser encontrados culpables, enfrentarían condenas de hasta cadena perpetua.
