Penal del infierno: Nuevo atroz ataque en pandilla

NUEVA YORK – Decenas de oficiales de corrección y sus representantes sindicales salieron a las calles para manifestarse luego de que un uniformado fuera atacado por varios reclusos el miércoles a eso de la 1:30 p.m. en el Centro Correccional Otis Bantum.

Según el sindicato de oficiales de corrección, el oficial fue atacado por presos descritos como miembros de pandillas.

El uniformado sufrió múltiples heridas, incluyendo una cortada profunda en la frente, lo que requirió una sutura de nueve puntos.

De acuerdo con representantes sindicales, el ataque sería el sexto asalto en las últimas semanas.

"Estas personas no están en la cárcel por cruzar la calle o por infracciones de tráfico", dijo el oficial en una conferencia de prensa afuera del hospital. "Estas personas están en la cárcel por una razón. No tienen nada que perder. Estos presos no quieren dibujar y crear arte en estas áreas de vivienda. Estamos allí por una razón. Su mentalidad es criminal”.

El uniformado dijo que el ataque es resultado de “la creación de una política basada en grupos defensores de presos”.

Los líderes sindicales dijeron que el agente fue atacado en Rikers cuando él y su compañero patrullaban una zona de viviendas para 50 hombres. El lugar se caracteriza por albergar “pandilleros violentos en espera de juicio”, declararon.

"El alcalde, con sus políticas, ha permitido que los reclusos se envalentonen tanto que sienten que pueden hacer esto y salirse con la suya", dijo Elias Husamudeen, de la Asociación de Beneficencia de los Oficiales de Corrección.

El alcalde Bill de Blasio y el Concejo Municipal han planteado cerrar por completo la infame cárcel de Rikers, conocida como el “penal del infierno” por los incidentes violentos.

"Implementar este plan significa una remodelación completa de nuestro sistema de justicia", dijo Elizabeth Glaser, vocera de la Oficina de Justicia Penal de la Alcaldía.

Uno de los casos más aterradores fue el de un oficial correccional de 39 años atacado en el centro de detención de George Motchan.

El sábado 10 de febrero, un grupo de reos en el penal de Rikers Island atacó a golpes y por sorpresa a uno de los guardas, quien terminó en el suelo siendo blanco de feroces patadas y puñetazos.

Personal de seguridad intervino de inmediato y separaron a los reos del oficial quien yacía en el piso y con muestras de intenso dolor. El ataque fue tan feroz que el oficial terminó con la columna quebrada y una hemorragia cerebral por lo que fue derivado a un centro de salud para su atención médica. Se estima que el ataque fue premeditado y del mismo participaron miembros de una pandilla.

La prisión de Rikers, en una isla frente a Manhattan, alberga más de 10,000 reos cada día y desde hace años, está plagada de abusos sexuales, vejaciones y hechos de violencia.

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