Nuevo dueño de bodega brindaría protección a jóvenes

NUEVA YORK – El nuevo propietario de la bodega que fue escenario del brutal asesinato a sangre fría de Lesandro Guzmán Feliz “Junior” respalda la Ley Junior, que plantea protección a jóvenes en peligro inminente o que sufren persecución.

Wagner Báez incluso pidió a otros bodegueros que respalden la medida de “bodegas santuario”.

“Yo veo ese propuesta muy bien”, declaró el comerciante. “Ojalá que los colegas la tomen en cuenta y ojalá sea para beneficio de la comunidad y de los jóvenes”.

El miércoles, decenas de jóvenes alzaron sus voces para clamar santuario a los dueños de bodegas, esto tras el asesinato a sangre fría del adolescente dominicano “Junior”.

Los estudiantes de la secundaria George Washington del Alto Manhattan se congregaron en las calles de El Bronx para distribuir estampillas que identificaría a los “negocios refugio” de nuestra área.

Los adolescentes, en colaboración con funcionarios electos del Norte de Manhattan, también entregaron folletos informativos acerca de la “Ley Junior”, la cual se formuló en respuesta al asesinato del joven aspirante a oficial de policía.

La asambleísta Carmen de la Rosa comentó que, con las estampillas en la puerta, los jóvenes podrán identificar los “negocios santuario” o “lugares seguros”.

De la Rosa aclaró que los bodegueros no tendrían más responsabilidad que abrir sus puertas a los jóvenes en peligro y alertar a la policía. 

Los bodegueros de la Gran Manzana y de todo el estado tendrían que brindar refugio en sus negocios a los menores amenazados por pandillas de aprobarse la propuesta de legislación “Safe Havens for Endangered Children” o “Ley Junior”, impulsada por el senador Luis Sepúlveda y el asambleísta Victor Pichardo.

Los legisladores locales presentaron el proyecto de ley en julio tras el asesinato de Guzmán Feliz, de 15 años. El menor fue arrastrado por presuntos pandilleros del interior de una bodega en el vecindario de Belmont antes de ser acuchillado a muerte.

Con lágrimas mojándole el rostro y con evidente dolor, Modesto Cruz, propietario de la bodega, ofreció un emotivo mensaje a la familia del adolescente y a los residentes del vecindario que clamaron el cierre de su negocio. 

Cruz dijo que sí trató de ayudar a Junior y que llamó al 911 en dos ocasiones, contrario a los rumores que circularon en redes sociales.

La “Ley Junior” requeriría que las pequeñas empresas en todo el estado ofrezcan "refugio" a niños y jóvenes en riesgo de un ataque inminente o bajo amenazas de una pandilla.

Sepúlveda y Pichardo explicaron que la propuesta también enmendaría la ley de educación para ayudar a crear "zonas seguras”, lo que aumentaría la vigilancia de funcionarios escolares en colaboración el sistema de cámaras de comercio locales para crear caminos seguros hacia y desde las escuelas.

Una segunda ley también requeriría que las pequeñas empresas cuenten con botiquines de primeros auxilios.

"Mientras que el propietario de la bodega donde ocurrió el incidente intentó ayudar y llamó al 911 dos veces, según la policía, queremos asegurarnos de que cualquier propietario de negocios o sus empleados que se encuentre con una situación que involucre a un menor en peligro cumpla con su deber de intentar ayudar”, expresó Sepúlveda en un comunicado. "Las empresas de la comunidad deben ser refugios seguros para nuestros jóvenes”.

Los negocios con menos de 50 empleados que fallen en proporcionar un refugio seguro para un niño en peligro inminente hasta que lleguen las autoridades estarían sujetos a sanciones, las cuales serán determinadas por el comisionado de la Oficina de Servicios para Niños y Familias del estado, se lee en el comunicado de prensa.

Sepúlveda, en colaboración con el asambleísta Pichardo, analiza las posibles multas y sanciones impuestas.

El proyecto de ley enmendaría las leyes laborales y de salud pública estatales para exigir que las pequeñas empresas con menos de 50 empleados cuenten con un botiquín de primeros auxilios en todo momento. El cumplimiento se verificaría durante las inspecciones regulares de salud o seguridad del edificio y del negocio.

"Debemos asegurarnos de que las empresas estén equipadas para ayudar a los heridos", dijo Sepúlveda.

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