Conductoras de la MTA sufren repugnante ataque con orina

NUEVA YORK — Un hombre que supuestamente arrojó orina a dos trabajadoras de la MTA, una conductora del metro y otra de autobús, en El Bronx, fue arrestado en Queens, según las fuentes policiales.

El hombre, cuyo nombre no fue revelado de inmediato, fue arrestado originalmente en Brooklyn por un posible caso de agresión física, pero luego fue trasladado el jueves por la noche al cuartel 40 para ser procesado en relación con los ataques de orina, según las fuentes.

El Departamento de Policía de Nueva York buscaba a un individuo que, sin motivo aparente, le lanzó un vaso lleno de orina a la conductora de un autobús de la MTA.

El hecho formó parte de una tendencia de ataques contra los operadores de autobuses en la Gran Manzana, dijo el sindicato que representa a los trabajadores de tránsito, el cual exigió a la policía aumentar la seguridad debido a los ataques.

La primera en ser atacada fue Lucinda Donley, el sábado, 12 de abril, a eso de las 10:30 a.m. justo cuando la maquinista operaba un tren 6 que iba rumbo a El Bronx.  El sospechoso habría abordado el tren en Harlem.

En ese momento, ella notó que el sospechoso sostenía una botella de agua vacía. Cada vez que el tren se detenía, el hombre se bajaba por un minuto y la miraba antes de volver a abordar, dijo Donley.

Cuando el metro llegó a Brook Avenue, Donley dijo que lo vio bajar del tren. Esta vez, la botella estaba llena con un líquido amarillo. Donley dijo que el hombre se detuvo y la miró fijamente a la cara, la maldijo, y le arrojó el contenido de la botella.

Luego la golpeó en la cabeza y salió corriendo. Donley dijo que estaba empapada; ella llevaba gafas de seguridad en ese momento, por lo que sus ojos estaban protegidos, pero su bufanda negra y un lado de su cara estaban empapados.

"Honestamente no quiero volver", dijo Donley. "No me siento protegida en el tren".

Aproximadamente una hora después de que Donley fue atacada, la policía dice que el mismo hombre arrojó líquido a otra conductora de autobús de la MTA a unas 15 cuadras de distancia en Grand Concourse. Esta vez, sostenía una taza de café, según mostró un video de vigilancia.

La segunda víctima, Trelles Robinson, no tenía ninguna duda sobre lo que había en la taza.

"Era orina, por el hedor", dijo. "Es lo más bajo que le puedes hacer a alguien.

Robinson conducía un bus de la línea BX1 por el vecindario de Mott Haven, cuando el desconocido aparentemente la roció con orina y salió corriendo.

"Literalmente cayó todo en mi cara, mi cabello, todo el lado izquierdo de mi cuerpo y se metió dentro de mi camisa", dijo Robinson. "Todo alrededor de mi cuello"

La mujer de 43 años fue trasladada entonces a un hospital del área, dijo la policía. Tenía enrojecimiento alrededor de sus ojos y sentía dolor y náuseas.

Oneshia Portlette-Shade, del Local 100 del TWU, dijo que otros conductores de autobuses habían sido escupidos, les habían arrojado cloro y que una conductora embarazada fue apuñalada.

"Estos ataques sin sentido son asquerosos y vergonzosos", dijo Andy Byford, el presidente de NYC Transit. "Le pedí al Departamento de Policía de Nueva York que intensificara (...) la presencia de la policía en los autobuses.”

Nadie ha sido arrestado.

La investigación continúa en curso.

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