Miembro confeso de la MS-13 narra atroz crimen

NUEVA YORK – Con el corazón desgarrado y el rostro mojado en lágrimas, un padre de Long Island escuchó la atroz confesión de un miembro de la temida pandilla MS-13 acerca del asesinato a sangre fría de su hijo y de otros tres jóvenes del área.

Cada palabra pronunciada por Josue Portillo, de 17 años, fue como un balde de agua fría para este padre, quien acudió a la corte federal de Central Island la mañana del lunes.

Carlos Sánchez, padre de Jorge Tigre, uno de los cuatro jóvenes masacrados, cree que se hizo justicia, aunque duda del arrepentimiento del asesino confeso.

Portillo, un reputado miembro de la sanguinaria MS-13, se declaró culpable el lunes de cargos relacionados con su participación en la masacre de los cuatro jóvenes en un parque de Long Island en abril de 2017.

El adolescente, que tenía 15 años cuando participó en los crímenes, fue acusado inicialmente como menor de edad. Pero a principios de agosto, un juez otorgó una moción de la Fiscalía para que fuera juzgado como adulto.

Portillo, un inmigrante ilegal de El Salvador, estaba bajo custodia de inmigración en Virginia cuando fue acusado, y posteriormente fue transferido a la custodia de la Fuerza de Tarea de Pandillas de Long Island del FBI.

El adolescente se declaró culpable de conspiración para asesinar a presuntos miembros de pandillas rivales y de los asesinatos de las cuatro víctimas, identificadas como Justin Llivicura, de 16 años y residente de East Patchogue, Jorge Tigre, de 18 años y residente de Bellport, Michael López Banegas, de 20 años y residente de Brentwood y Jefferson Villalobos, de 18 años y residente de Pompano Beach, Florida, quien visitaba a su primo Michael López Banegas cuando fue acribillado.

"Engañamos a las víctimas para que acudieran al bosque para que fueran asesinadas", declaró Portillo.

El adolescente agregó que la pandilla “pasó semanas planeando las muertes porque se creía que eran miembros de una pandilla rival, además de que atrajo a las víctimas con promesas de marihuana y sexo”.

"Siempre sufriré el dolor sabiendo cuán insensatos fueron estos asesinatos", dijo Portillo en una declaración preparada, aunque su rostro permaneció inmutable. No mostró remordimiento o dolor al pedir perdón a la familia de los jóvenes. "Ninguna de las víctimas merecía morir", añadió.

Los fiscales explicaron que los cuatro jóvenes fueron atraídos a un parque por dos pandilleras. Una vez en el lugar, las víctimas fueron acorraladas y atacadas con machetes, cuchillos y palos.

Un quinto joven logró escapar de la masacre, dijeron los fiscales.

Portillo admitió ante el tribunal que él personalmente asesinó a López apuñalándolo con cuchillos.

Los fiscales federales dijeron que las cuatro víctimas, además del joven que escapó, "fueron atacadas a muerte simplemente porque eran sospechosas de faltarle el respeto a la MS-13 y de ser miembros de pandillas rivales".

"La declaración de culpabilidad de Josue Portillo hoy marca un hito en la investigación de los brutales asesinatos, perpetrados por la MS-13, de cuatro jóvenes emboscados a sus violentas muertes en un parque en Long Island", dijo el fiscal federal Richard Donoghue. "Esperamos que las familias de las víctimas puedan encontrar cierto consuelo al saber que los autores de estos asesinatos ahora son responsables de sus crímenes".

Portillo es parte de más de una docena de supuestos miembros de pandillas arrestados en el caso. El adolescente enfrenta una sentencia máxima de cadena perpetua. Una vez completada su sentencia, se enfrenta a la deportación.

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