Le niegan a padre deportado el último adiós a su hija

“Si me tengo que arrodillar en el consulado, haré lo que sea”, expresó Néstor Pezantes.

NUEVA YORK - Las autoridades de inmigración le negaron la visa humanitaria al padre de la quinceañera que murió de forma trágica en Long Island, una noticia devastadora para esta familia ecuatoriana que desesperadamente buscaba un poco de consuelo.

“Si me tengo que arrodillar en el consulado, haré lo que sea”, expresó Néstor Pezantes, padre de la quinceañera atropellada brutalmente cuando se dirigía a sus clases de verano en su bicicleta.

Néstor imploró a las autoridades de inmigración que le permitan el reingreso a los Estados Unidos para asistir al funeral de su hija. “Por lo menos dos días”, dijo con el rostro empapado en llanto.

La familia decidió desconectar del soporte vital a Stephanie Pesantez pese al dolor de saber que su padre no pudo despedirse de ella en su último aliento, pues fue deportado en meses recientes debido a una infracción de tránsito.

Stephanie sufrió la ausencia de su padre incluso en su fiesta de quince años. El que sería uno de los días más bellos de su vida transcendió empañado de soledad y tristeza.

La familia recuerda que la joven ansiaba bailar el vals con su padre, sin imaginar que una mayor desventura se avecinaba para ella y su familia. 

Laura Pasantez, tía de la adolescente, dijo que el accidente ocurrió en la localidad de Moriches, en Long Island, y lo describió como brutal. Los pulmones de Stephanie fueron perforados durante el impacto y sus brazos y piernas se quebraron completamente. La menor también sufrió heridas punzantes en la espalda.

“Dejó de respirar por unos momentos y la revivieron”, narró Pasantez.

Stephanie pasó 24 horas conectada al soporte vital, pero su madre y su familia decidieron poner fin a su agonía tras conocer el desalentador pronóstico de los médicos del hospital Stony Brook.

“Mi niña está donando sus órganos ahora para poder salvar la vida de otros niños, de otras personas”, exclamó Pasantez con evidente dolor.

El padre de Stephanie fue deportado en mayo debido a que reincidió en conducir en estado de ebriedad, pero espera obtener una visa humanitaria para retornar a Long Island y así poder despedirse de su hija.

“Ellos tienen una conexión increíble. Yo sé que mi hermano cometió muchos errores, yo como hermana he tratado, lo único que pido es que el venga a despedirse de su hija”, comentó.

El padre acudió el miécoles a Guayaquil para solicitar la visa humanitaria, pero se la negaron. Aún así, no pierde la esperanza de despedirse de su hija. 

La senadora Kirsten Gillibrand ofreció ayuda a la familia y el caso está bajo su  revisión.

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