Hispano confiesa que asesinó y desmembró a su novia

NUEVA YORK – Entró con tranquilidad a un cuartel de la policía en Manhattan y confesó a los oficiales un atroz crimen que cometió hace cuatro años. Ricky González, de origen puertorriqueño, narró con detalles cómo asesinó y desmembró a su novia; sin embargo, la familia de la víctima no encuentra la paz, pues no hay rastro del cuerpo.

González se presentó voluntariamente el martes en un cuartel del NYPD en Tribeca para revelar a los oficiales que había decapitado a su novia. El hombre, de 34 años, fue arrestado tras su macabra confesión y acusado de homicidio.

El asesino confeso dijo que apuñaló a muerte a su novia María Quiñones, de 58 años, en su apartamento en el vecindario de Bushwick, en Brooklyn. El crimen habría ocurrido en 2014, dijo la policía. La familia de la mujer la reportó como desaparecida en ese año.

La pareja tenía un historial de abuso doméstico, según vecinos que recuerdan a la mujer, también de origen puertorriqueño.

Los amigos de la víctima dijeron que Quiñones se rehusaba a terminar con la relación. Los asombrados residentes comentaron que todos estos años creyeron que la mujer vivía en otra ciudad.

“Ella era una bella persona, solo que se metió con una persona que no valió la pena”, expresó un vecino.

Como una película de terror describieron los vecinos la macabra confesión de González y el atroz final de María.

“La traté ayudar por el problema de violencia doméstica, así fue que la conocí, ella se escondía en mi casa, pero después ella lo defendía”, dijo Miriam González, amiga de María.

La policía dijo que Ricky González reveló que el crimen ocurrió en el 226 Wilson Avenue, en el sector predominantemente hispano de Bushwick.

“Yo sé que sacaron un pedazo de un tubo, porque según el muchacho dijo que la había matado y la había echado en un tubo en pedazos para abajo”, dijo un inquilino del edificio.

Otra versión apunta a que González ocultó los restos en bolsas negras de basura y las dejó en la acera para que fueran recogidas por el servicio de recolección.

La policía dijo que el asesino confeso, un residente de Beacon, Nueva York, tiene un récord criminal extenso.

“Él se veía que no era una persona muy buena, porque siempre estaba en drogas”, dijo Pedro Torres, un vecino.

Según reportes que citan documentos judiciales, González apuñaló a Quiñones por la espalda, colocó el cuerpo en una bañera, le cortó la cabeza, los brazos y los pies, y partió el torso a la mitad con un cuchillo de carnicero.

No está claro qué motivó la confesión a cuatro años del crimen. González apareció el jueves en una corte de Brooklyn, en donde fue procesado por los cargos.

La policía dijo que el cuerpo de Quiñones aún no ha sido encontrado.

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