Paga universidad a sus nietos cantando en los trenes

NUEVA YORK - Una guitarra desgastada es la herramienta de trabajo y la mejor amiga del ecuatoriano Teófilo García, de 80 años, quien, con su canto y música, paga la universidad de sus tres nietos en su país natal.

“Esta guitarra es mi única compañera”, dijo con emoción. “Por años me ha ayudado a conseguir dinero para mantenerme a mí mismo y para pagar la escuela de mis nietos allá en Ecuador. Cantar es mi trabajo, es lo único que he podido conseguir a esta edad”.

García dijo que aprendió a tocar la guitarra en la infancia solo con mirar a su padre, un fiel admirador del cantante mexicano José José.

“Mi papá no quería enseñarme porque él quería que estudiara y que me olvidara de la música, pero eso es algo que ya traigo en las venas, en lo más profundo del corazón”, expresó García.

Teófilo ha perdido paulatinamente la movilidad de los dedos debido a un padecimiento neurológico, pero su amor por la música lo mantiene fuerte y dispuesto a seguir deleitando a los neoyorquinos con los grandes clásicos, desde boleros hasta rancheras.

García trabaja los cinco días y su meta es reunir $300 a la semana, dinero que divide en el pago de alquiler, comida y remesas para su familia.

“Tengo que pelar por los $1200 al mes, nunca he pedido ayuda del gobierno, eso me hace sentir orgulloso de mí mismo. Afortunadamente tengo cuidado médico de bajo costo, eso es bueno, porque me he sentido muy mal últimamente”, comentó.

El músico dijo que hace 3 años hizo un viaje de 60 días desde Ecuador a Nueva York dispuesto a cumplir la promesa que hizo a sus nietos.

“Mi vida es un tango”, expresó. “Yo le dije a mis nietos que los ayudaría a pagar la universidad, por eso me vine, para ayudar a mi hija. Ella no puede por mucho que se esfuerce, allá no se gana mucho y uno viene aquí a trabajar duro”.

Las estaciones de tren se han convertido en el escenario de García. Generalmente acude a la estación de la 96th St., que es la más cercana a su apartamento, en Manhattan.

“Si otro músico está aquí antes que yo, pues yo me voy y lo dejo trabajar, yo sé que el sol sale para todos. En este trabajo no se puede ser egoísta”, comentó. “La música es para compartir, la música me da de comer. Soy un hombre afortunado y muy feliz”.

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