NUEVA YORK - Una familia ecuatoriana del vecindario de Jackson Heights, Queens vive una doble tragedia, después de que un padre y su hijito de 9 años fueran arrastrados por las embravecidas aguas del río Neversink, en Nueva Jersey.
La familia y los amigos cercanos de Marco Ávila y su hijo Marcos Ávila realizaron una emotiva vigilia para honrar su memoria.
Según parientes, la familia acampaba en la zona boscosa sin imaginar que un terrible accidente en canoa cobraría la vida de padre e hijo. Los cuerpos de rescate buscaron sus cuerpos por tres días, hasta que fueron localizados la tarde del lunes.
Decenas de residentes de Jackson Heights acudieron un parque del área para despedir a Marco, de 46 años, quien murió al intentar salvar la vida de su hijo Marcos, de 9 años.
La vigilia se realizó en un parque que frecuentaban padre e hijo para jugar fútbol los fines de semana, relataron parientes y amigos.
“Era como un ritual venir los sábados acá a jugar pelota y somos amigos de muchos años”, expresó Pablo Samaniego, amigo cercano de las víctimas.
Las autoridades confirmaron el hallazgo de los cuerpos de padre e hijo en las inmediaciones del río Neversink, famoso por sus aguas rápidas.
Durante la vigilia, la madre del pequeño estaba visiblemente destrozada por su doble y repentina pérdida.
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“Es una partida muy repentina y nunca se espera, es por eso que la esposa está devastada y no puede hablar con la prensa”, comentó Samaniego.
Según las autoridades, el niño se encontraba en la canoa con un adolescente de 17 años cuando fueron embestidos por la fuerte corriente.
La canoa se volcó, por lo que el padre se lanzó al agua dispuesto a salvar la vida de los menores. Marco pudo llevar al joven a la orilla, pero él y su hijo fueron arrastrados por la corriente.
Según las autoridades, la tragedia pudo evitarse si las víctimas hubieran portado el chaleco salvavidas.