NUEVA YORK – El llanto desesperado de un bebé alertó a un conductor de reparto acerca de lo que pudo ser una tragedia. Según el Departamento de Policía de Berkeley, una abuela dejó al menor dentro de un vehículo caliente, junto con los tres perros de la familia.
El incidente ocurrió Speightstown Place, en la sección de Holiday City, alrededor de las 12:45 p.m. del jueves.
El conductor de reparto llamó a la policía al ver al bebé y a las mascotas dentro del vehículo con las ventanas cerradas y el motor apagado. El buen samaritano notó que el niño lloraba desesperado, por lo que llamó al 911. El oficial Michael Drybola fue quien acudió al lugar para rescatar el pequeño y a los perritos.
La temperatura el jueves superó los 85 grados, señalo la policía. El oficial Drybola dijo que el bebé estaba sudando y llorando y que el vehículo estaba sobrecalentado.
La uniformada dijo que otros agentes buscaron a los padres, pero no pudieron localizar a nadie que pudiera haber estado cuidando al niño. Sin embargo, después de unos minutos, la abuela del bebé, identificada como Doreen Orlich, de 52 años y residente de Toms River, salió de una residencia.
De acuerdo con las autoridades, Orlich estaba en una vivienda de Speightstown Lane cuidando de las mascotas de un amigo y dejó al bebé en el vehículo mientras ella estaba en la residencia por un tiempo indeterminado.
El bebé fue trasladado a Community Medical Center para una revisión. Una vez en el hospital, la policía llamó a la División de Protección de los Niños.
Orlich fue acusada de un cargo de crueldad y abandono de un niño, junto con tres cargos de crueldad contra los animales.
No se informó si la mujer tiene un abogado que comente en su nombre.
