Juan Reinaldo Sánchez, el exguardaespaldas de Fidel Castro asegura en su libro titulado "La doble vida de Fidel Castro", que el dictador caribeño se comportaba como un verdadero capo de la droga.
Según Sánchez, él presenció cómo Castro y su entonces ministro del interior Juan Abrantes negociaron la entrada en Cuba de un traficante de cocaína a cambio de dinero, y como el propio Castro fue quien dio la autorización para que el traficante de origen cubano se reuniera con su familia en Cuba y pasara una semana de vacaciones con ellos en la playa de Santa María del Mar, al este de La Habana.
Sánchez dice en su libro que "Abrantes dijo que el lanchero pagaría $75,000" por las vacaciones en Cuba, y que todo el dinero sería para Fidel.
En el libro se cuenta que Fidel expresó una preocupación: "¿Cómo podían garantizar que los padres del lanchero guardarían el secreto y no ir a cotillear a todas partes de que habían pasado una semana cerca de La Habana, con su hijo, que se suponía vivía en los Estados Unidos?. El ministro tenía la solución: Todo lo que tenían que hacer era hacer que creer a los padres que su hijo era un oficial de inteligencia cubana que se había infiltrado en los Estados Unidos y cuya vida correría un grave peligro si no mantenían su visita a Cuba en absoluto secreto. Muy bien, Concluyó Fidel, que dio su acuerdo.
Sanchez dice: "Me di cuenta de que el hombre por el que había sacrificado mucho mi vida, el líder a quien yo adoraba como a un dios y que contaba más que mi propia familia, estaba envuelto en el tráfico de cocaína a tal punto que él estaba dirigiendo las operaciones ilegales como un padrino real.