Sigue crisis de rehenes en Argelia

ARGEL, Argelia - La crisis de los rehenes tomados por milicianos islamistas en una remota planta de gas en el desierto de Argelia sigue presente, afirmó el viernes Gran Bretaña luego de que una operación argelina para aniquilar a los extremistas y liberar a los cautivos, que son de al menos 10 países, desató un cruento caos. La suerte de los combatientes y de muchos de los rehenes era incierta en medio de las declaraciones contradictorias de las fuerzas armadas argelinas y de los milicianos. Los gobernantes de varios países del mundo con ciudadanos entre los rehenes expresaron enérgicamente su preocupación por la manera en que Argelia ha manejado la situación. El gobierno de Argelia informó que la operación militar había concluido en las últimas horas del jueves. Pero la Oficina del Exterior de Gran Bretaña y funcionarios de Estados Unidos afirmaron el viernes que el conflicto en el desierto estaba "en curso". El ministro del interior de Francia, Manuel Valls, declaró que la situación era todavía nebulosa. Al menos seis personas murieron, incluyendo a británicos, filipinos y argelinos. Varios rehenes aterrorizados, de Irlanda y Noruega, lograron huir de la planta de Ain Amenas, a 1.300 kilómetros (800 millas) al sur de la capital Argel. De momento se desconoce la situación de otros trabajadores (estadounidenses, británicos, franceses, noruegos, rumanos, malayos, japoneses y argelinos), así como de los mismos milicianos y de las fuerzas de Argelia. "Esto sigue siendo una situación presente y en desarrollo, y muchos detalles son todavía imprecisos, pero la responsabilidad de los hechos trágicos de los dos últimos días recae directamente en los terroristas que decidieron atacar a trabajadores inocentes, asesinar a algunos y retener a otros", dijo el secretario británico del Exterior, William Hague, al servicio informativo Sky News desde Australia. El gobierno de Argelia, dominado por las fuerzas armadas y endurecido tras combatir por décadas a los milicianos islamistas, descartó los ofrecimientos de asistencia foránea y decidió actuar solo mientras controla estrictamente la información, incluso para los gobernantes de países occidentales. El viernes, el embajador de Argelia en Japón fue llamado por las autoridades y dijo que Japón exigió que Argelia dé prioridad a la vida de los rehenes y que tenga una cooperación más estrecha. El primer ministro británico David Cameron habló dos veces el jueves con su contraparte argelina, y estaba "preparado para malas noticias", informó la Oficina del Exterior. Un funcionario estadounidense dijo que, aunque algunos estadounidenses escaparon, había otros que seguían retenidos o sin conocerse su paradero. El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, recibió información en la madrugada del viernes, de acuerdo con un funcionario de su departamento. El funcionario no ofreció detalles porque, dijo, "la vemos como una situación sensible, en curso". Hizo las declaraciones en forma anónima debido a que no estaba autorizado para hablar del asunto en público. El gobierno de Estados Unidos envió un avión automático de vigilancia al lugar donde opera la petrolera BP, cerca de la frontera con Libia, pero pudo hacer poco más que permitir la observación de la intervención militar del jueves. Cuando el caso llegó el jueves a su segundo día, las fuerzas de seguridad argelinas intervinieron, pero abriendo fuego con helicópteros y luego con una incursión de fuerzas especiales, según diplomáticos, un cibersitio cercano a los milicianos y un funcionario de la seguridad argelina. El gobierno afirmó que se vio forzado a actuar debido a que los extremistas querían huir con los rehenes. Los milicianos, mediante un cibersitio informativo de Mauritania, aseguraron que 35 rehenes y 15 extremistas murieron en el ataque de los helicópteros. Un vocero de la Brigada Enmascarada dijo a la Agencia de Información Nouakchott en Mauritania que sólo siete rehenes sobrevivieron. El presidente estadounidense Barack Obama y Cameron conversaron por teléfono y compartieron su confusión. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el gobierno estadounidense buscaba "claridad del gobierno de Argelia". Anteriormente, los milicianos dijeron que retenían a siete estadounidenses, pero el gobierno indicó únicamente que había estadounidenses entre los cautivos.

Contáctanos