A 3 años del sismo: Haitianos desplazados

PUERTO PRINCIPE (Haití) - La realidad no ha cambiado en Haití para más de 350,000 damnificados del terrible sismo del 12 de enero de 2010, quienes este sábado cumplen tres años viviendo bajo carpas y en condiciones muy difíciles en la capital haitiana.

La Fuerza de Reflexión y Acción para el Alojamiento (FRAKKA, en créole, idioma oficial), que calcula que puede haber hasta 400,000 personas actualmente en refugios precarios, coincide con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA) en que "no hay verdaderamente cambios en la situación de vida de la gente en los campamentos".

Ghislaine, que vive en un campamento de la costa oeste de la capital con sus cuatro niños, tuvo que enfrentar recientemente una operación policial para desalojar a los ocupantes del terreno, que pertenece a la compañía nacional de electricidad.

"Pedimos una única cosa a la administración política de Michel Martelly: ¡que nos saque de debajo las carpas!", exclamó en declaraciones a la prensa local, al tiempo que pidió al jefe de Estado que mantenga sus promesas de la campaña electoral, cuando dijo que había tierras y recursos, así como la voluntad de alojar de nuevo a los damnificados.

Precisamente el gobernante, aunque cifró en 357,000 el número de personas en campamentos, dijo que el número de campos se ha reducido de 1,001 a 496 y destacó el programa "16/6", que su administración lanzó en 2011 para facilitar a gente de 16 campos reingresar a sus viviendas en 6 barrios, lo que permitió liberar parques como el emblemático "Champ de Mars" y otros. Pero, para el Secretariado ejecutivo de la Plataforma de Organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos (POHDH), Antonal Mortimé, estas gestiones de realojamiento del gobierno no son más que una "expulsión forzada sin brutalidad".

Estimó que la administración pública no está en condiciones de decir dónde están las familias damnificadas que pudieron dejar los parques públicos gracias a este programa, con una ayuda de 470 dólares ofrecida por el gobierno.

Tres años después de la catástrofe, el tema del alojamiento de los damnificados es uno de los grandes asuntos pendientes, como también ponen de manifiesto organismos internacionales. Amnistía Internacional denunció en un comunicado una "catastrófica" situación para los desplazados y dijo que las condiciones de vida en esos lugares "están empeorando".

También Cruz Roja alertó sobre las "inmensas dificultades" que deben afrontar y mencionó la inseguridad y la vulnerabilidad ante desastres naturales como problemas asociados.

Además, "cuestiones básicas cómo saber quién posee los terrenos donde podemos construir o cómo los desempleados podrán pagar el alquiler continúan complicando seriamente el proceso de reconstrucción", explicó el responsable de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) Alexandre Claudon.

La organización, con todo, reconoció que se ha hecho mucho, ya que el número de desplazados ha bajado de 1,5 millones a cerca de 350,000.

Para organizaciones sociales locales, como Frakka, se trata de un problema que requiere una consideración más general, indicó su representante Guerline Joseph.

Según estos organismos, habría que considerar el uso de terrenos vacíos, en los alrededores de Puerto Príncipe, susceptibles de acoger la construcción de barrios modernos con servicios básicos.

Por ahora, sin embargo, conjuntos de casas construidas en lugares como Morne-à-Cabris (noreste de la capital) son consideradas como "tumbas" por los desplazados, que no las aceptan. Al margen del alojamiento, la reconstrucción, en términos generales, es el gran compromiso del Gobierno de Haití.

El jefe de Estado haitiano, Michel Martelly, aseguró que el país quiere "romper las cadenas del subdesarrollo".

"Estamos trabajando duro para sacar al país adelante con la esperanza de, un día, devolver a la comunidad internacional todo lo que ella nos ha dado", afirmó Martelly.

En el terreno de la ayuda económica, la Comisión Europea (CE) anunció este viernes que aportará 30,5 millones de euros (40,5 millones de dólares) para apoyar a las personas que siguen sin hogar, a las víctimas de la epidemia de cólera y a los más afectados por el paso del huracán Sandy en octubre.

La víspera del aniversario del temblor, los cascos azules de la ONU estudian retomar su misión en el punto en que se encontraba cuando ocurrió la tragedia, dijo su secretario general adjunto para operaciones de paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous.

"Entre 2010 y 2012 la prioridad fue (atender) la urgencia. Ahora que la situación ha cambiado, retomamos el contexto de antes de 2010, cuando realizamos muchos progresos", declaró durante una rueda de prensa en Puerto Príncipe.

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