NUEVA YORK -- El martes, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, obtuvo acuerdos de los fabricantes de insulina más grandes del país, Eli Lilly and Company (Lilly), y Sanofi-Aventis U.S. LLC (Sanofi), para limitar el precio de la insulina a $35 por receta mensual para los neoyorquinos durante cinco años.
Una investigación realizada por la Oficina del Fiscal General (OAG, por sus siglas en inglés) encontró que los precios de lista establecidos por los fabricantes de insulina para los pacientes resultaron en costos de desembolso significativos para ciertos usuarios de insulina, lo que provocó que algunos racionaran su insulina o la renunciaran por completo.
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Según los acuerdos del martes, a cualquier neoyorquino sin seguro que use productos de insulina Lilly o Sanofi no se le cobrará más de $35 por un suministro mensual de insulina durante los próximos cinco años, y ambas compañías también se comprometieron a ofrecer insulina gratis para los pacientes más necesitados.
“Los medicamentos que salvan vidas deben ser asequibles y accesibles para todos los neoyorquinos, independientemente de sus ingresos o estado del seguro”, dijo la Fiscal General James. “Hoy, los neoyorquinos sin seguro que dependen de la insulina para controlar su diabetes pueden respirar aliviados porque ya no tienen que elegir entre su salud o poner comida en la mesa. Siempre usaré los poderes de mi cargo para proteger a los neoyorquinos vulnerables y asegurarme de que ninguna empresa se aproveche de ellos”.
En las últimas dos décadas, los precios de lista de la insulina han aumentado drásticamente. Entre 2002 y 2013, los precios de lista promedio de los productos de insulina de todos los fabricantes casi se triplicaron. Para una persona con diabetes tipo 1, el gasto anual en insulina promedió $2,864 en 2012, y ese gasto aumentó a un promedio de $5,705 en 2016. Estos aumentos dramáticos en los costos no fueron impulsados por los costos de fabricación de insulina, que según una estimación no serían más de $133 por persona por año.
Más del 10 por ciento de los neoyorquinos tienen diabetes, y se estima que 464,000 de ellos dependen de la insulina todos los días. Los neoyorquinos que viven en los vecindarios más pobres del estado tienen un 70 por ciento más de probabilidades de tener diabetes. De hecho, más del 16 por ciento de los adultos con diabetes de Nueva York tienen un ingreso familiar anual de menos de $25,000, mientras que solo el seis por ciento tiene un ingreso familiar anual de más de $50,000.
Como parte de estos acuerdos, Lilly y Sanofi se han comprometido a ofrecer programas asequibles que garanticen que ningún paciente se vaya de una farmacia con las manos vacías porque no puede pagar su insulina. Tanto Lilly como Sanofi acordaron implementar un proceso simplificado en el mostrador de la farmacia que permitiría a las farmacias informar automáticamente a los consumidores que pagan en efectivo sobre su capacidad para surtir su receta mensual por $35, antes de abandonar el mostrador de la farmacia.
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“El acceso a insulina asequible es una cuestión de vida o muerte, y nadie debería tener que elegir entre poner comida en la mesa o comprar los medicamentos que necesita para sobrevivir”, dijo el ejecutivo del condado de Westchester, George Latimer. “Me enorgullece que Nueva York esté dando un paso audaz para hacer que la insulina sea más accesible y asequible para nuestros residentes, y felicito a la procuradora general Letitia James por alcanzar este acuerdo histórico. Esta es una gran victoria para la salud pública y la justicia social, y espero que otros estados sigan el ejemplo de Nueva York para garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a los medicamentos que necesitan para vivir vidas saludables”.
Además del límite mensual de $35 para cualquier neoyorquino sin seguro, Lilly también acordó continuar trabajando con las agencias nacionales de ayuda para identificar ubicaciones geográficas de alta necesidad en todo Nueva York y ofrecer productos de insulina sin cargo, a través de agencias nacionales de ayuda, a más clínicas sin fines de lucro elegibles en esos lugares. Esas clínicas pueden ofrecer productos de insulina de forma gratuita en aquellas áreas que más lo necesitan. Sanofi también acordó ofrecer insulina gratis a los consumidores más necesitados que cumplan con los umbrales de ingresos vinculados a la línea de pobreza federal.
“La insulina es fundamental para aquellos que la necesitan para controlar su diabetes”, dijo la asambleísta Amy Paulin. “Sin embargo, el alto costo de la insulina puede afectar la adherencia a un régimen de insulina. A su vez, la falta de adherencia puede tener impactos en la calidad de vida, así como graves consecuencias para la salud. Felicito a la procuradora general Letitia James por llegar a un acuerdo con los fabricantes de insulina para limitar los precios de la insulina para los neoyorquinos sin seguro. Nadie debería tener que hacer concesiones entre su gasto en necesidades básicas de vida o su salud”.
