Rubio votó contra acuerdo fiscal

WASHINGTON - El senador republicano por Florida, Marco Rubio, fue uno de los ocho senadores, de ambos partidos, que votaron anoche en contra del acuerdo negociado con la Casa Blanca para evitar las consecuencias del llamado "precipicio fiscal". La Cámara alta aprobó el martes de madrugada el preacuerdo que pretende evitar una subida generalizada de impuestos, aunque los aumenta para las rentas familiares superiores a los $450,000 anuales, y retrasa por dos meses los drásticos recortes automáticos previstos en el gasto público. El compromiso reunió en el Senado, donde los demócratas son mayoría, un abrumador respaldo -89 votos a favor y 8 en contra-, y este martes ha comenzado a ser analizado por la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen el control. Según destaca la publicación Politico, cinco senadores republicanos -Chuck Grassley de Iowa, Mike Lee de Utah, Rand Paul de Kentucky, Marco Rubio de Florida y Richard Shelby de Alabama-, se opusieron al acuerdo. Tampoco lo apoyaron tres senadores demócratas: Michael Bennet de Colorado, Tom Carper de Delaware y Tom Harkin de Iowa. En un comunicado, Rubio explicó que el acuerdo equivale a una histórica subida de los impuestos y perjudicará a la economía estadounidense. "Un rápido crecimiento económico y reformas en el gasto son la única vía para evitar el precipicio fiscal que afronta nuestra nación", afirma el senador de origen cubano. "Pero bajo este acuerdo labrado en Washington, tanto el crecimiento económico como la creación de empleo se van a volver más difíciles", advierte. Según Rubio, "millares de pequeños negocios, y no sólo los ciudadanos ricos, van a tener que decidir ahora cómo pagar los nuevos impuestos y existe la posibilidad de que lo hagan despidiendo a empleados, recortando sus horarios y beneficios o posponiendo nuevas contrataciones que pretendían hacer". "Y para empeorar las cosas, (el acuerdo) no hace nada para poner bajo control nuestra peligrosa deuda", añade el senador republicano. "Es cierto que muchos estadounidenses se van a sentir aliviados a corto plazo porque sus impuestos no van a subir". "Pero, a largo plazo", añade Rubio, "se van a ver golpeados cuando sus empleadores repercutan sobre ellos la mayor subida de impuestos en décadas". "Además, este acuerdo sólo retrasa lo inevitable, la necesidad de resolver nuestra crisis creciente de la deuda y de ayudar a 23 millones de estadounidenses que no pueden encontrar el trabajo que necesitan", concluye el senador.

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