NUEVA YORK Con lágrimas en voz entrecortada, la abuela de la niña de diez años, violada tres veces presuntamente por su profesor de quinto grado en El Bronx, exigió que se haga justicia y que todo el peso de la ley caída contra el inculpado.
María Reyes narró la agonía por la que atraviesa la familia. “La bestia me quitó mi vida, él rompió mi corazón”, dijo Reyes de 52 años refiriéndose a Anthony Criscuolo, de 40 años.
La abuela fue quien notificó a la policía luego de hallar una serie de correos electrónicos que el profesor había enviado a su nieta acerca de los encuentros sexuales.
La última violación sucedió la semana pasada dentro del auto del sospechoso.
Para poder salir con la niña, Criscuolo falsificó una carta escolar diciendo que llevaría a la pequeña a recibir un premio académico, pero en cambio la llevó a un estacionamiento donde cometió el vil acto.
En uno de los emails, el educador le pidió disculpas por su rudeza y la calmaba diciéndole que el dolor le pasaría en unos días y que eso era normal.
