NY desmantela pandilla de narcos

El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció la desmantelación de una violenta banda de pandilleros que operaba en la Gran Manzana y en otras zonas del estado que se ha saldado de momento con la detención de más de medio centenar de personas acusadas de varios delitos por narcotráfico.

"Actuaban de forma violenta, aterrorizando a nuestras comunidades y causando estragos en familias de todo el estado durante demasiado tiempo, y ahora serán llevados ante la Justicia", dijo Schneiderman al anunciar la 'Operación OGK', la mayor en la historia de la Fuerza Especial Contra el Crimen Organizado (OCTF, por su sigla en inglés) de la Fiscalía General.

Las autoridades aseguran que los 52 pandilleros detenidos, contra quienes se han presentado 260 cargos criminales, formaban parte de una "violenta red de narcotráfico" que distribuía grandes cantidades de cocaína, heroína y otros medicamentos cuya venta sin receta médica está prohibida como hidrocodona, oxicodona, y percocet.

La banda de narcotraficantes distribuía la droga desde la ciudad de Nueva York, a través de la región de Albany, la capital estatal, hacia los condados neoyorquinos de Greene, Orange, Rensselaer, Rockland, Schenectady, Ulster y Warren, así como en el vecino estado de Vermont.

La operación fue el resultado de seis meses de investigaciones en contra de una pandilla conocida como Original Gangsta Killas, nacida en las calles de Albany y a la que presuntamente pertenecían los 52 detenidos, incluidos los cinco cabecillas de la banda, dos de ellos de origen hispano.

Un portavoz de la Fiscalía detalló que los cinco principales acusados se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua en caso de ser encontrados culpables de los delitos que se les imputa, entre los que destaca venta y posesión de sustancias controladas, conspiración y un delito mayor de gran traficante.

"La investigación ha desarticulado una importante red de pandillas responsables de derramamiento de sangre sin sentido y la venta de drogas ilegales en nuestros vecindarios", añadió el fiscal, quien agradeció los esfuerzos de la policía para "sacar a estos individuos peligrosos de las calles".

Por su parte, el alcalde de Albany, Gerald Jennings, dijo que seguirán trabajando con las fuerzas de seguridad para mantener las calles "seguras" y ofrecer a los ciudadanos un ambiente "donde todos puedan vivir libremente sin el temor de la violencia sin sentido y las drogas ilegales" en sus vecindarios.

El desmantelamiento anunciado es la culminación de una extensa investigación que forma parte de los esfuerzos del fiscal general de Nueva York para combatir el tráfico de estupefacientes y otros delitos a través de la iniciativa de la OCTF, para combatir las pandillas, las armas ilegales y las drogas.

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