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El tribunal, por votación de 4-2, ignoró las fundamentaciones de la prohibición en su fallo de 20 páginas y determinó que la Junta de Salud de la ciudad formuló políticas y no solamente impuso regulaciones de salud cuando impuso la restricción a la venta de botellas de bebidas azucaradas de 16 onzas (454 gramos) en restaurantes, fiambrerías, cines, estadios y puestos de venta callejera.
"La Junta de Salud formuló leyes más allá de su autoridad regulatoria", opinó el tribunal, "sin beneficio de la orientación legislativa".
La municipalidad esperaba que al tribunal supremo del estado revocara una decisión de un tribunal de menor instancia que bloqueó la prohibición ante las demandas de restaurantes, cines, compañías de bebidas y pequeños comercios.
"Nos complace que se ratificaran las decisiones de los tribunales menores", dijo la Asociación Estadounidense de Bebidas en una declaración. Agregó que las restricciones, de volver a imponerse, "habrían creado una desventaja para miles de pequeños comercios en la ciudad y limitado la libertad de elección de los neoyorquinos".
La comisionada de salud, Mary Bassett, dijo que el gobierno municipal del alcalde Bill de Blasio sigue estudiando los medios "de limitar los efectos perniciosos de la comercialización agresiva y depredadora de bebidas azucaradas y alimentos insalubres" que contribuyen a la obesidad y la diabetes.
