Las trabajadoras sexuales de Ecuador intentan recuperarse de la inseguridad alimentaria y financiera que recrudece a la par de la crisis de salud causada por el coronavirus. Solo en Quito, la capital del país andino, el Gobierno contabiliza a más de 200 trabajadores sexuales agobiadas por la cuarenta, en efecto desde el 17 de marzo.
La Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Quito, que intenta coordinar esfuerzo con las organizaciones de defensa, detalló a los reporteros que este sector de la población navega la crisis sanitaria sin recursos.
Un censo reciente de la Secretaría de Inclusión Social reveló que el 80% de trabajadoras sexuales en la capital ecuatoriana son originarias de provincias circundantes, en especial de la región de la Costa. Asimismo, el 90% tiene más de 40 años y más del 50% solo culminó la educación básica.
El Gobierno ecuatoriano indicó que muchas de estas mujeres son el único ingreso de su familia y algunas pueden tener hasta cinco hijos, por lo que su situación financiera es incierta.
Si bien algunas trabajadoras sexuales han optado por comercializar cubrebocas con el afán de sustentar a su familia, la mayor parte de este sector se ve agobiado por el desempleo.
El Ministerio de Salud Pública reporta hasta ahora 2, 799 muertes a causa del virus.
