Lo que debes saber
- Lauren Pazienza, de 26 años, fue arrestada por cargos de homicidio involuntario y agresión en el ataque del 10 de marzo contra Barbara Gustern de Manhattan. La entrenadora de voz, de 87 años, murió cinco días después.
- El ataque en la acera dejó a Gustern sangrando y un testigo la ayudó a llegar al vestíbulo de su edificio donde le dijo a la policía que el empujón fue "más fuerte que nunca en su vida" antes de perder el conocimiento.
- Pazienza se entregó a la policía el martes. El video de seguridad mostró que ella pasó más de 20 minutos dentro y alrededor del área después de que ocurrió el presunto incidente, según los fiscales.
Comienzan a surgir detalles de la sospechosa del ataque mortal en Manhattan contra una querida entrenadora de canto, de 87 años, mientras que un abogado de la mujer, de 26 años, que ya fue arrestada, insta a no apresurarse al juicio.
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El abogado Arthur Aidala, que representa a Lauren Pazienza en lo que las autoridades describieron como un ataque aleatorio, "no provocado y sin sentido" que resultó mortal, dijo que espera que la liberen en los próximos días mientras su equipo "espera ansiosamente" los hallazgos de la oficina de la fiscalía de distrito de Manhattan.
Aidala también dijo que su familia "se une al resto de la ciudad" en el duelo por la pérdida de Barbara Gustern. Pazienza se entregó a las autoridades y fue arrestada hace un día por cargos de homicidio involuntario y agresión por la muerte de Gustern, una querido entrenadora de canto de 87 años que fue empujada por detrás en una acera de Manhattan el 10 de marzo.
El miércoles por la mañana todavía estaba bajo custodia, pero podría estar en libertad para el fin de semana. Se entregó a las autoridades hace un día, con Aidala a su lado, después de eludir a la policía durante casi dos semanas mientras intentaban identificar a la mujer vista en vigilancia.
Los fiscales dicen que Pazienza eliminó toda su presencia en línea, incluido el sitio web de su boda, a pesar de que estaba programada para casarse en junio, luego del ataque en la acera cerca de West 28th Street y Eighth Avenue en Chelsea.
Supuestamente huyó a la casa de sus padres en Port Jefferson, en Long Island, y dejó de usar su teléfono celular, que escondió en la casa de una tía para evitar que la policía la encontrara, dijeron los fiscales.
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Un aviso anónimo del 19 de marzo que identificó a Pazienza como la sospechosa del ataque llevó a la Policía de la Ciudad de Nueva York a la casa de sus padres dos días después. Su padre respondió y le dijo a la policía que su hija no estaba en casa y que no podían entrar, según los fiscales.
Su rendición se arregló poco después. Y comenzó a surgir una narrativa discordante.
Gustern estaba a solo unos pasos de su casa, alrededor de las 8:30 p. m. la noche del ataque, cuando los fiscales alegan que Pazienza presuntamente cruzó la calle y le dijo malas palabras antes de empujarla violentamente al suelo. La cabeza de Gustern golpeó la acera.
La presunta atacante pareció alejarse rápidamente después.
Gustern sangró y un testigo la ayudó a llegar al vestíbulo de su edificio donde recordó lo que sucedió y le dijo a la policía que el empujón fue "más fuerte que nunca en su vida". Más tarde perdió el conocimiento en el hospital.
Cinco días después, ella murió.
El video de vigilancia de la esquina de West 28th Street y Ninth Avenue, minutos después del ataque, mostró a una mujer que coincidía con la descripción de Pazienza cuando caminaba en la misma dirección que un testigo le dijo a la policía que fue la atacante.
Imágenes de vigilancia adicionales rastrearon a Pazienza hasta Penn Station, donde la policía pudo obtener una imagen más clara de ella, dijeron los fiscales, y dos personas que conocen a Pazienza la identificaron como la mujer que se ve allí.
Otro video de seguridad mostró a Pazienza en el área y sus alrededores durante casi media hora después del ataque, según los fiscales. Unos siete minutos después del empujón, se la vio en un altercado físico con un hombre que se cree que era su prometido, dijeron los fiscales. También alegan que Pazienza fue vista más tarde observando la ambulancia mientras llegaba al lugar para llevar a Gustern al hospital.
Ella y su prometido fueron vistos más tarde en Penn Station, donde ambos pasaron su MetroCard. Los detectives pudieron rastrear a la pareja hasta su casa en Astoria, ya que un video de aproximadamente una hora y media después del ataque mostraba a Pazienza y su prometido entrar a su edificio, según los fiscales.
Llevaba la misma ropa que la mujer que fue vista cruzando la Novena Avenida inmediatamente después del ataque, agregaron.
El abogado de Pazienza dijo a los periodistas después de su arresto que los cargos eran exagerados y que su equipo investigaría lo sucedido. Aidala también dio a entender que la evidencia no estaba clara, diciendo que el empujón podría haber sido accidental.
"Ya sea un empujón, un empujón, una patada o si alguien se tropezó, la evidencia no es muy sólida en absoluto", dijo.
Aidala también dijo que no hay evidencia de que su cliente haya visto a la víctima tirada en la calle, y ese video podría mostrar a cualquiera que esté mirando.
Pazienza no respondió ninguna pregunta mientras la sacaban de la comisaría esposada, con el rostro oculto por el cabello, y sus padres no hicieron ningún comentario al salir de la corte. Enfrenta hasta 25 años de prisión si es declarada culpable. El viernes es su próxima cita en la corte.
Gustern sufrió un daño cerebral traumático del que no se recuperaría aunque sobreviviera, dijeron las autoridades y el nieto de la mujer, AJ Gustern.
Su nieto AJ Gustern, quien la visitó en el hospital mientras estaba inconsciente, dijo que estaba complacido con el arresto de Pazienza y que le dio "una sensación de cierre", pero enfatizó que, en su opinión, la mujer es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. También dijo que el funeral de su abuela es el sábado en una iglesia en Chelsea.
"Ella era una fuerza de la naturaleza. La llamé una pequeña estrella. Una pequeña bola de energía que creaba comunidad donde quiera que fuera", dijo AJ Gustern. "A quienquiera que haya hecho esto, todavía estoy orando por ti y la ola kármica que has tomado es increíble. Así que Dios te ayude".
Según The New York Times, Gustern es una aclamada entrenadora de canto que una vez ayudó a entrenar a la cantante de rock Debbie Harry y al elenco de la reposición del musical "Oklahoma" en Broadway en 2019.
Stephen Shanaghan, propietario del restaurante y teatro Pangea de Manhattan, llamó a Gustern una "persona de Nueva York aguda, inteligente y experimentada". Shanaghan dijo que Gustern había actuado allí recientemente y que esperaba estrenar un nuevo espectáculo de cabaret allí.
"Ellos cantan y cuentan historias, es muy conmovedor. Y han hecho varios espectáculos diferentes aquí", dijo Shanaghan.
Se dice que Pazienza es una explanificadora de eventos. Una exempleadora, la diseñadora y minorista francesa de muebles y accesorios para el hogar Roche Bobois, dijo que la mujer renunció a su cargo en diciembre. Dijo que no tenía más comentarios en este momento.
