Las grandes farmacéuticas asociadas con el Gobierno estadounidense están en camino de comenzar la producción masiva de una vacuna para el COVID-19 a fines del verano, informó el lunes un alto funcionario.
También informó que la administración del presidente Donald Trump ya trabaja con las firmas farmacéuticas para equipar instalaciones de fabricación y adquirir materias primas.
Al inicio de la crisis de salud, la Casa Blanca se concentró en 14 posibles vacunas para el COVID-19 de entre al menos 100 fórmulas, pero a principios de junio la administración redujo esa lista a cinco tratamientos potenciales.
Las cinco compañías que desarrollan estas posibles vacunas son Moderna Inc.; AstraZeneca Plc., que está colaborando con la Universidad de Oxford; Pfizer y su socio BioNTech; y Johnson y Johnson.
La Casa Blanca seleccionó a estas compañías como parte del plan Operation Warp Speed Program, que se anunció el mes pasado con el objetivo de producir 100 millones de dosis de una vacuna contra COVID-19, que estarían disponibles para noviembre.
El presidente Trump ha otorgado subvenciones que van desde varios cientos de millones de dólares hasta más de $ 1 mil millones a las empresas fabricantes.
Los ensayos clínicos para la terapéutica pueden producir resultados en cuestión de semanas, lo que facilitaría la distribución de cientos de miles de dosis en otoño, dijo el alto funcionario de la administración.
