Las últimas estadísticas del Departamento de Trabajo de Nueva York ubican la tasa de desempleo ajustada estacionalmente en la Gran Manzana en 7.6 %, la peor de cualquier área metropolitana de Nueva York y casi el doble del promedio nacional de 4%.
En Los Ángeles, la segunda ciudad más grande del país, la tasa comparable de enero fue del 7% y en Chicago, la tercera más grande, fue un 5.1% aún más bajo.
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Las estadísticas también revelaron que en El Bronx la tasa de desempleo es del 11.1% y que los neoyorquinos negros, que se vieron afectados de manera desproporcionada por la pandemia, enfrentan un desempleo del 15.2%.
Según el Departamento de Trabajo, los negros tienden a ser trabajadores esenciales o de servicios, cuyas industrias fueron las más afectadas por los cierres de COVID.
Además, parte de la razón por la que la Ciudad de Nueva York se está quedando atrás es por el tiempo que le tomó volver a abrir después de la pandemia. Si bien los precios inmobiliarios de la ciudad se han disparado, las oficinas en el centro de Manhattan y el distrito financiero siguen vacías, ya que muchos empleados han optado por trabajar desde casa.
Como resultado, el número de pasajeros del metro se mantiene en el 60% de los niveles previos a la pandemia y las empresas circundantes en Manhattan, en particular en la industria de servicios, hospitalidad y entretenimiento, aún no se han recuperado por completo.
El alcalde Eric Adams ha hecho del regreso de los trabajadores a la oficina uno de sus principales objetivos, y ha pedido a los líderes de las principales empresas de la ciudad que aliente el retorno de sus empleados a la oficina a fin de estimular la economía de la ciudad.
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En Manhattan, que representa el 57% de los empleos de la ciudad, se entregaron casi 275,000 cheques de pago menos que en marzo de 2020, según los datos del Censo Trimestral de Empleo y Salarios.
Pero con menos personas que viajan a la oficina, solo el 30% de los empleados se registran para trabajar en comparación con 2019 y solo una quinta parte de las empresas planean regresar por completo.
Pero el crimen es otro factor que inhibe la recuperación económica de la ciudad. Los delitos graves aumentaron más del 45% este año, en comparación con el mismo período en 2021, según las últimas cifras de CompStat de la Policía de Nueva York.
Además, el turismo de Nueva York se redujo de 66,6 millones de visitantes en 2019 a 22,3 millones en 2020 cuando llegó la pandemia. La industria ha tenido dificultades para recuperarse y la ola de violencia no ayuda.
El lunes, una madre y su hija de 9 años que visitan la ciudad procedentes de Miami experimentaron lo que los neoyorquinos viven a diario. La menor fue golpeada en la cabeza por un hombre que huyó, pero fue detenido poco después por un portero del The Plaza Hotel.
La niña y su madre Yelena Contreras Molerio paseaban en Central Park cuando fueron atacadas a eso de las 11:20 a.m. en la esquina de Central Park South y Grand Army Plaza. El sospechoso fue identificado como Raheem Ramsarran, de 27 años.
