NUEVA YORK — Los funcionarios de la ciudad anunciaron el viernes el cierre de dos cárceles envejecidas, parte de un plan más amplio para cerrar el notorio complejo de Rikers Island para el 2026 y reemplazarlo con cuatro cárceles más pequeñas destinadas a ser más modernas y humanas.
El Complejo de Detención de Manhattan, apodado “Las Tumbas”, y el Centro Correccional Otis Bantum en Rikers Island dejarán de albergar a los presos antes de fines de noviembre. Las instalaciones albergan actualmente a unas 750 personas combinadas.
"Esto nos ayudará a consolidar las operaciones en mejores instalaciones, reducir las horas extra, ampliar la capacitación y los programas y continuar invirtiendo en mejorar la seguridad", dijo Peter Thorne, portavoz del Departamento de Corrección de la ciudad, en un comunicado.
El anuncio fue criticado como una "receta para el desastre" por el sindicato que representa a los funcionarios penitenciarios de la ciudad, que ha instado a la ciudad a expandir su población de reclusos para prevenir un resurgimiento de las infecciones por COVID-19.
“Ahora es el momento de aprovechar nuestra baja población de reclusos para disminuir la densidad en nuestras instalaciones”, dijo Benny Boscio Jr., presidente de la Asociación Benevolente de Oficiales Correccionales. "Con la segunda ola de COVID-19 ya sobre nosotros, este definitivamente no es el momento de cerrar cárceles y comprometer la seguridad de todos en esas cárceles".
Los funcionarios de la ciudad insistieron en que los cierres no aumentarían la densidad de población de reclusos, señalando miles de camas vacías, incluidas unidades de vivienda enteras en otras instalaciones. Dijeron que el Departamento de Corrección no ha registrado una transmisión del virus bajo custodia desde el 19 de mayo.
"La seguridad de todos sigue siendo nuestra prioridad número uno", escribió la comisionada del DOC Cynthia Brann en una carta al departamento.
Local
El Ayuntamiento de Nueva York votó el año pasado para reemplazar el complejo de Rikers Island, una de las cárceles más grandes del mundo, con cuatro instalaciones más pequeñas ubicadas más cerca de los principales juzgados de la ciudad en Manhattan, Brooklyn, el Bronx y Queens.
