Nueva York finalmente está comenzando a dar la vuelta a la última ola de la pandemia de coronavirus, informó el viernes la gobernadora Kathy Hochul.
La mandataria señaló que la tasa de positividad y el promedio de casos de siete días, que se disparó a máximos asombrosos en medio de la propagación de la variante Ómicron altamente transmisible, tienen una tendencia a la baja, dijo Hochul en una conferencia de prensa en Albany.
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“Llegará un momento en que podamos decir que todo ha terminado”, dijo Hochul. “Todavía no hemos llegado, pero está en el horizonte y hemos esperado mucho tiempo por eso”.
Hochul reportó 177 nuevas muertes por covid y 12,207 hospitalizaciones en el estado, al tiempo que señaló que ambas métricas tienden a quedar rezagadas con respecto a la trayectoria actual del virus.
“Todos ustedes han hecho lo correcto, y es por eso que estaremos a la vanguardia de los estados que ven este declive tan esperado y anticipado”, dijo Hochul. “Nueva York está doblando la esquina de la ola de invierno”.
Nueva York tiene la tasa de vacunación más alta del país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Casi el 73 % de los neoyorquinos están completamente vacunados contra el covid y casi el 86 % ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
Hochul también anunció que el Empire State ha asegurado 64 millones de pruebas COVID, 15 millones de las cuales ya se han distribuido.
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La variante Ómicron parece tener menos probabilidades que las variantes anteriores de causar síntomas graves, pero es significativamente más infecciosa, lo que lleva a un gran aumento en las hospitalizaciones.
Pero los síntomas más leves de Ómicron no han llevado a las salas de cuidados intensivos de Nueva York a estar tan abrumadas como al comienzo de la pandemia.
Hochul también agradeció a la administración de Biden por enviar equipos médicos militares y federales a Nueva York y a otros cinco estados que habían pedido ayuda ante la escasez del personal hospitalario.
FEMA, la agencia que envió personal adicional, anunció el viernes que ampliaría su política para proporcionar fondos a los estados que requirieron miembros de la Guardia Nacional para apoyar a los hospitales bajo presión.
