República Dominicana

Las hermanas Mirabal y su legado en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

El mundo conmemora los 60 años del asesinato de Las Mariposas, mujeres aguerridas y desafiantes que otorgaron a República Dominicana y el resto de Latinoamérica un gran legado.

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El mundo conmemora los 60 años del asesinato de las hermanas Mirabal, mujeres aguerridas y desafiantes que heredaron a República Dominicana y el resto de Latinoamérica la semilla subversiva que dio luz al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El 25 de noviembre de 1960, los cadáveres mutilados de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal fueron hallados en el fondo de un acantilado de la costa dominicana.

Las tres hermanas y su chofer fueron asesinados a golpes y lanzados a un barranco para simular un accidente, lo que terminó por atizar el hartazgo del pueblo dominicano y mercado el inicio del fin del régimen de Rafael Trujillo. Su muerte cambió la historia del país caribeño y sesenta años después siguen siendo el símbolo de lucha que la dictadura no logró sepultar.

“Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”. Esa fue la poderosa consigna de Minerva Mirabal a quienes le advirtieron que el régimen planeaba su asesinato.

Las hermanas Mirabal, junto a sus esposos y a un centenar de luchadores antidictatoriales, conformaron un movimiento contra la dictadura de Trujillo, quien gobernó desde 1930 hasta su asesinato en 1961.

Dentro de este grupo eran conocidas como Las Mariposas, pues era el nombre con que Minerva se identificaba.

Las ‘mariposas’ ya habían pasado por la cárcel, donde fueron torturadas, al igual que sus esposos y el hijo mayor de Patria. Trujillo les concedió el arresto domiciliario el 9 de agosto de 1960, aunque ordenó su asesinato dos semanas después.

El 25 de noviembre de ese año, cuando volvían de visitar a sus esposos en prisión, el vehículo en el que viajaban fue interceptado por fuerzas militares del dictador, en la provincia de Salcedo, en el centro norte del país. Las hermanas y el chofer fueron asesinados de forma brutal y sus cuerpos lacerados fueron arrojados al barranco desde el interior del vehículo para simular un accidente.

“Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas, María Teresa. Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta, Minerva, yo elegí a la más bajita y gordita, Patria, y Malleta al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas. Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos”, expresó ante el tribunal en junio de 1962, Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos.

Un año después del asesinato de las hermanas Mirabal, el 30 de mayo de 1961, Trujillo fue emboscado y asesinado por un grupo de disidentes.

Dos décadas después, en 1981 durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia, la ONU estableció el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en memoria de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.

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