República Dominicana

La economía dominicana crece firme, pero la riqueza no llega a todos

Las organizaciones nacionales e internacionales constatan el crecimiento económico, aunque la bonanza parece llegar a cuentagotas a los bolsillos del pueblo dominicano.

La economía dominicana creció este año en un 5.5 %, según los más recientes informes del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

Héctor Valdez Arvizu, gobernador del BCRD, explicó que las actividades que más ingresos han registrado en los años recientes son los servicios financieros y de construcción, además de energía y agua.

El sector de hotelería y turismo, uno de los pilares económicos más sólidos del país, sostuvo un crecimiento del 1.0 por ciento pese a las muertes de varios turistas y denuncias de supuesta criminalidad dentro de los exclusivos complejos.

De enero a septiembre de 2019, Quisqueya recibió la visita de cerca de cinco millones de turistas, lo que generó ingresos de más de 5 mil 767 millones de dólares.

El gobierno del presidente Danilo Medina afirma que más de un millón y medio de dominicanos han salido de la pobreza durante su sexenio. Asimismo, el mandatario señala que la pobreza extrema descendió de 9.9 a 2.9 % en ese período.

Pero no es solo el Gobierno el que asegura que la economía dominicana es fuerte y crece de forma constante, puesto que organizaciones insignes como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) también sostienen que la economía dominicana es una de las más sólidas y florecientes de la región.

En 2019 se registró una desaceleración generalizada que afectó a 21 de los 33 países de la región, según el Estudio Económico para América Latina y el Caribe 2019 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Según el informe, el Producto Interior Bruto (PIB) de América del Sur creció este año un 0.2%, mientras que las economías de Centroamérica se expandieron un 2.9%, dato que desciende hasta el 1.4% si se contempla a México junto a las economías de América Central.

En tanto, para el Caribe se estimó un crecimiento del 2.1%. Por países, Dominica liderará el crecimiento de la región con 9.9%, seguida por Antigua y Barbuda (5.9%) y República Dominicana (5.5%).

Durante el primer trimestre de 2019, según la Cepal, la República Dominicana y el Estado Plurinacional de Bolivia fueron las economías que mayor crecimiento registraron dentro de la región (un 5.7% y en torno al 4.0%, respectivamente), seguidas por Panamá (3.1%), Guatemala (3.0%) y Colombia (2.8%).

BONANZA QUE NO LLEGA A LOS BOLSILLOS DEL PUEBLO 

Las estadísticas dejan entrever un país de ensueño, pero la riqueza parece no llegar a los bolsillos de los dominicanos que sobreviven en las ciudades más pobres y marginadas, azotadas por la falta de servicios básicos y la criminalidad.

La canasta básica supera los 30 mil pesos (US$576.00) pero el salario mínimo más alto, apenas llega a 17 mil pesos mensuales (US$338.00) lo que significa un déficit de más del 40%. Los trabajadores dominicanos perciben que la economía de su familia está estancada, un bache que parece eterno.

Sin embargo, las remesas sostienen a un creciente número de familias tanto en la República Dominicana como en el resto de la región. En 2010, la Cepal contabilizó 30 millones de migrantes en América Latina y el Caribe. En 2019 el censo sumó 40,5 millones.

Esas cifras equivalen al 15 % de la migración total en el mundo, por lo que las remesas son el sostén fundamental con el paso de los años para los países de origen.

De no ser por estos aportes económicos de los migrantes, en El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana la incidencia de la pobreza sobre el total de la población sería entre 1,5 y 2,4 puntos porcentuales más elevada.

Al descontento del pueblo dominicano se suma el constante endeudamiento del Estado, que toma prestado millones y millones de dólares con el fin de “solucionar problemas” que al final no dejan de existir.

Para poner un ejemplo, la Cámara de Diputados acaba de aprobar un préstamo superior a los mil 200 millones de pesos (23 millones de dólares) solo para pagar la regalía pascual de las alcaldías y otras instituciones descentralizadas, aunque se supone que esos fondos que corresponden a sueldos ya estaban contemplados en el presupuesto de 2019.

Y así, de forma constante, se aprueban préstamos con carácter de urgencia para solucionar problemáticas antiguas que al final parecen perpetuarse y agravarse.

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