México

Ignacio Zaragoza, así fue el trágico final del héroe texano del 5 de Mayo

Los últimos meses de vida del joven general estuvieron plagados de desgracias personales. Murió de una terrible enfermedad solo cuatro meses después de la Batalla de Puebla.

Telemundo

El joven general Ignacio Zaragoza lideró la épica Batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862, un enfrentamiento armado entre el ejército mexicano y la máxima potencia militar de la época, el ejército francés.

Zaragoza, a sus 33 años, se impuso a las tropas élite de Francia con un ejército integrado en su mayoría por indígenas de Puebla y Oaxaca y por otros civiles sin experiencia militar.

Sin embargo, es un dato histórico poco conocido es que Zaragoza nació en el hoy poblado de Goliad, Texas, que en su momento era llamado Bahía del Espíritu Santo.

Cuando nació el laureado general, en 1829, el nombre oficial era Estado Libre y Soberano de Coahuila y Texas, que estaba dividido en los distritos de Río Grande Saltillo, Monclova y Béjar. El ahora estado fronterizo se separó del territorio mexicano seis años después del nacimiento Zaragoza, en 1935.

Según el cronista Manuel Z. Gómez, que escribió la biografía del general en 1862, Zaragoza vivió algunos años en la ciudad de Matamoros, fronteriza con Texas, para luego ingresar al seminario en Monterrey.

La razón de la Segunda Intervención Francesa radicó en la deuda de 80 millones de pesos que el país azteca tenía con Inglaterra, España y Francia tras la Guerra de Reforma.

El gobierno de Benito Juárez logró un acuerdo diplomático con Inglaterra y España, pero las negociaciones no fueron fructíferas con Francia que envío un contingente militar bajo el mando de Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez.

Las 5,000 tropas francesas se desplazaron estratégicamente a Puebla para tomar después la Ciudad de México, por lo que Juárez resguardó el estado con el Ejército de Oriente, condado por Zaragoza.

El heroísmo de la épica batalla se fundamenta en las escasas posibilidades de triunfo del Ejército de Oriente, integrado por unos 2,000 hombres sin adiestramiento militar y con armas improvisadas.

La batalla duró poco más de cinco horas y pese al devastador pronóstico de derrota segura, resultó en una defensa apabullante y férrea que dejó unas 500 bajas en las fuerzas invasoras.

“Las armas nacionales se han cubierto de gloria” es una de las frases más célebres del general, y el estado lleva su nombre: Heroica Puebla de Zaragoza, que también es conocido como Puebla de los Ángeles.

EL FINAL DESAFORTUNADO DEL HÉROE DE LA NACIÓN

La batalla que dio el general fue épica, su triunfo fue legendario y su final una tragedia. Si bien 1862 fue el año en que Zaragoza cubrió las armas nacionales de gloria, también fue el año en el que perdió a su esposa y murió de fiebre tifoidea en Puebla, solo unos meses después de su gesta heroica sobre las poderosas fuerzas francesas de Napoleón III.

Según historiadores, Zaragoza se casó en 1857 con Rafaela Padilla de la Garza. Sin embargo, su gran amor murió de una pulmonía el 13 de enero de 1862. 

El 8 de septiembre de 1862, solo cuatros meses después de la batalla, Zaragoza falleció a los 33 años, por una fiebre tifoidea, esto a raíz de la insalubridad en los campos de batalla.

Sus biógrafos señalan que se dirigía a Acatzingo, Puebla cuando sufrió un fuerte dolor de cabeza y fiebre, pero atribuyó el malestar a la lluvia durante su viaje. Sin embargo, la salud del general se deterioró con rapidez. 

Su secretario y el jefe de su Estado Mayor decidió trasladar a Zaragoza a la ciudad de Puebla, capital del estado, para que recibiera tratamiento.

Tres días después de su muerte, el Presidente de la República don Benito Juárez, ordenó que se le nombrará Benemérito de la Patria en Grado Heroico; además, se le confirió el ascenso a General de División, y en su honor se le asignó el nombre de “Puebla de Zaragoza”, a la capital del estado. 

En 1976 sus restos fueron trasladados a la ciudad de Puebla, y el 5 de mayo de 1979 los de su esposa.

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