Lo que debes saber
- La primera inyección de la vacuna se administró a una enfermera de cuidados intensivos en Queens el lunes cuando el comedor interior de la ciudad de Nueva York cerró por segunda vez desde el inicio de la pandemia
- También hay más restricciones sobre la mesa; el gobernador inauguró nuevas zonas amarillas en algunas partes del estado y advirtió: "Podríamos ir al cierre" si la trayectoria actual no cambia
- Las tasas de hospitalización han aumentado casi en todos los ámbitos en el estado de Nueva York, como consecuencia de la última inundación nacional de casos. Cuomo informó más de 300 nuevas admisiones el lunes
NUEVA YORK - La prohibición de comer en interiores en los restaurantes de la ciudad de Nueva York entró en vigencia el lunes y la posibilidad de cierres más duros se avecina a medida que los funcionarios intentan frenar el resurgimiento del coronavirus.
La represión, anunciada la semana pasada por el gobernador Andrew Cuomo, es un duro golpe para una industria en apuros que ha convertido a la ciudad en una capital culinaria. La ciudad de Nueva York alberga aproximadamente 24,000 restaurantes, y los propietarios advirtieron sobre despidos y cierres si se limitan a pedidos para llevar y cenas al aire libre este invierno.
La semana pasada, el Club 21 en el centro de Manhattan, favorito de la élite del poder durante casi un siglo, anunció que cerraría indefinidamente debido a la pandemia.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el lunes que simpatizaba con los dueños de restaurantes y los trabajadores, pero señaló el creciente número de casos y hospitalizaciones. Más de 1,700 pacientes fueron hospitalizados en la ciudad con infecciones por COVID-19 a partir de este fin de semana, casi el triple que hace un mes.
“Tenemos que recuperar esta industria. Tenemos que recuperar los restaurantes que amamos. Pero va a tomar tiempo, y mientras tanto debemos mantenernos a salvo porque esta segunda ola es muy, muy real ", dijo De Blasio durante su conferencia de prensa.
Cuomo se ha enfrentado a fuertes críticas por cerrar los comedores interiores en los cinco condados cuando la ciudad tiene tasas de hospitalización y positividad más bajas que la mayoría del resto del estado y los datos de rastreo de contactos del estado muestran que los bares y restaurantes representaron menos del 2 por ciento de las exposiciones en Septiembre.
Noticias
A eso, el gobernador dice que es un problema de densidad. Y no se puede subestimar.
"El virus se propaga mucho más rápido en la ciudad de Nueva York", dijo Cuomo el lunes. "Cualquiera que dude eso, no estuvo aquí en la primavera o tiene una memoria inimaginablemente corta".
Cuomo había dicho que estaba tratando de evitar el peor de los casos con hospitales abrumados forzando una reversión a PAUSA, con todos los negocios no esenciales cerrados.
"Si no cambiamos la trayectoria, podríamos encaminarnos al cierre. Eso es algo de lo que preocuparse", dijo el gobernador. "Regresamos a donde estábamos".
Las tasas de hospitalización han aumentado casi en todos los ámbitos en el estado de Nueva York, como consecuencia de la última inundación nacional de casos. Cuomo informó más de 300 nuevas admisiones el lunes, lo que eleva el total estatal a 5,712 (el más alto desde el 18 de mayo). Las muertes diarias también están en aumento, aunque esas y las hospitalizaciones son mucho más bajas que en abril. La duración de la admisión también se ha reducido profundamente.
El estado de Nueva York reportó más de 100 muertes por COVID (128) el martes por primera vez en meses. Hasta la fecha ya hay más de 28,000 fallecidos en el estado debido al virus.
Si bien es una buena noticia, Nueva York no es insensible a las tendencias nacionales, que son sumamente alarmantes. Cuomo y otros, incluido el Dr. Anthony Fauci, están de acuerdo en que las cifras a nivel local y nacional seguirán aumentando hasta bien entrado enero. El objetivo de Cuomo es disminuir el golpe, de ahí un plan de invierno revisado que prioriza las tasas de hospitalización, pero también tiene en cuenta las tasas de positividad, el nivel de riesgo de la actividad económica, las tasas de transmisión y la densidad de población en la ecuación.
Mientras tanto, EEUU continúa luchando contra una crisis que parece estar en camino de intensificarse en el transcurso del próximo mes a pesar de la promesa de una vacuna. Hasta la fecha, el país ha confirmado más de 16 millones de casos de COVID y superó las 300,000 muertes, según datos de NBC News.
El Dr. Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, advirtió que EEUU podría ver su trágico número de víctimas cerca de 450,000 en febrero sin acciones agresivas para contener el aumento anticipado de las festividades además del aumento que ha estado en marcha durante más de un mes en todo el país.
