NUEVA YORK -- Un grupo inmobiliario de la Ciudad de Nueva York, que adquirió docenas de edificios de apartamentos en unos pocos años, llegó a un acuerdo con el Estado por casi $ 2 millones después de un esfuerzo por defraudar a las unidades con alquiler estabilizado y expulsar a los inquilinos, algunos con más de tres décadas en sus casas, anunció el viernes la fiscal general, Letitia James.
Los detalles en el acuerdo de $1.75 millones describen los esfuerzos del grupo para desregular las viviendas asequibles y obtener una ganancia significativa vendiendo las unidades cerca del precio de mercado. Para cambiar las unidades, la fiscal general Letitia James dijo que la compañía trabajó para expulsar estratégicamente a los inquilinos a través de adquisiciones, hostigamiento y empeoramiento de las condiciones de vida.
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Ink Property Group compró 32 edificios entre 2014 y 2019, principalmente en comunidades de color de bajos ingresos, encontró una investigación realizada por la oficina de James. Varios inquilinos que intentaron luchar contra estas tácticas ilegales finalmente abandonaron sus casas porque "ya no eran habitables", dijo James.
A los empleados que trabajaban para Ink se les ofrecieron grandes bonificaciones por convencer con éxito a los inquilinos con renta estabilizada para que se mudaran; cada compra le reportó a un empleado $5,000.
“Mientras los neoyorquinos enfrentaban alquileres altísimos y luchaban por encontrar viviendas asequibles, Ink trató de enriquecerse rápidamente aprovechándose de los inquilinos vulnerables y sus familias”, dijo James.
Las tácticas turbias no cesaron después de que los inquilinos se fueron, dijo la fiscal general. Una vez que Ink tuvo en sus manos las unidades vacías, la compañía completó las actualizaciones de vivienda y aumentó los alquileres a la "tasa más alta que permite el mercado".
“Ink ignoró el sistema de mejora de apartamentos individuales (IAI) establecido en las leyes de estabilización de alquileres y, en cambio, trató cada nueva vacante como una unidad no regulada, independientemente de si las renovaciones realizadas cumplieron con los criterios para lograr la desregulación”, dijo la oficina de James el viernes.
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Una inquilina que vivió en su unidad de alquiler estabilizado durante más de 30 años, dijo James, rechazó repetidamente las ofertas de compra de la empresa. Como la mitad de sus vecinos se fueron, voluntariamente o no, muchas de sus unidades supuestamente quedaron en mal estado y descuidadas hasta el punto de afectar la salud y la seguridad de la mujer.
El grupo inmobiliario también había sido acusado de entregar informes de ingresos falsos a los bancos para obtener préstamos más favorables. Una larga investigación realizada por la oficina de la fiscal general encontró documentos falsos que informaban alquileres inflados y contratos de arrendamiento falsos, algunos que hacían referencia a los nombres de familiares y amigos.
Además de los $1.75 millones adeudados por Ink y destinados al Fondo de Vivienda Asequible de la Fiscal General James, la compañía también debe pagar $400,000 en restitución a los inquilinos presionados para desalojar y $2,500 a cada inquilino obligado a vivir en condiciones peligrosas. James dijo que se volverán a regular más de dos docenas de apartamentos.
“Mentir y tomar atajos para evadir la estabilización de alquileres es uno de los trucos más antiguos del oficio, pero los años de Ink de explotar a nuestros vecinos trabajadores sin consecuencias terminan aquí. Estos inquilinos se organizaron y lucharon, y gracias a sus esfuerzos, serán compensados por el sufrimiento al que han sobrevivido”, dijo la fiscal general.
Un abogado de Ink Property Group dijo que los "primeros errores" de la empresa quedaron en el pasado.
"Estamos orgullosos de nuestro historial desde entonces como custodios responsables de viviendas asequibles y a precio de mercado en diversos vecindarios de la Ciudad de Nueva York. De cara al futuro, trabajaremos mano a mano con una respetada empresa de administración externa para asegurarnos de continuar nuestro ascenso en las filas de los mejores propietarios de la Ciudad de Nueva York", se lee en un comunicado.
