Nueva York

El dinero de las apuestas deportivas móviles tienta a los estados con problemas de ingresos

“Nueva Jersey en enero obtuvo $ 83 millones en ingresos; mientras Nueva York, que tuvo su mes más alto en la historia, ganó $ 3 millones”, dijo el senador de Nueva York Joseph Addabbo Jr.

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Los estados de todo el país han percatado que los jugadores encontraron que la respuesta del futuro de las apuestas deportivas y la cantidad de dinero de los impuestos que se generará con ellas está en línea.

También se han dando cuenta que el dinero extra de los impuestos no es suficiente. Ese fue el caso incluso antes de que la pandemia del coronavirus creara enormes agujeros en los presupuestos estatales.

Actualmente, 15 estados más Washington, D.C., ofrecen apuestas deportivas móviles y varios otros están considerando adoptarlo. Nueva York está preparada para convertirse en uno de los mercados más grandes de Estados Unidos, y la semana pasada aprobó un presupuesto que incluye apuestas deportivas móviles después de años de oposición del gobernador demócrata Andrew Cuomo, quien se espera que lo firme.

Más del 80% de las apuestas deportivas en los EE. UU. se realizan a través de teléfonos inteligentes o computadoras, y los legisladores de Nueva York se cansaron de ver a los residentes conducir, tomar trenes o incluso andar en bicicleta a través del río Hudson hacia Nueva Jersey para hacer apuestas deportivas: dinero que se destinó a los casinos y las arcas fiscales de Nueva Jersey en lugar de las de Nueva York.

“Nueva Jersey en enero obtuvo $ 83 millones en ingresos; Nueva York, que tuvo su mes más alto en la historia, ganó $ 3 millones”, dijo el senador de Nueva York Joseph Addabbo Jr., quien agregó que el 25% del negocio de apuestas deportivas de Nueva Jersey proviene de los neoyorquinos. “La disparidad entre los estados que tienen apuestas deportivas móviles y los que no las tienen es tan amplia como el Gran Cañón. ¿Cuánto tiempo más puede sentarse y ver cómo el dinero fluye de su estado a otro estado?".

Quedan por resolverse detalles importantes sobre exactamente cómo funcionarían las apuestas deportivas móviles en Nueva York, y podría ser 2022 (el domingo del Super Bowl es un objetivo que se menciona con frecuencia) antes de que sus residentes puedan hacer apuestas en línea.

Chris Krafcik, director gerente de Eilers & Krejcik Gaming, que rastrea la legislación del juego, dijo que hasta siete estados adicionales podrían legalizar las apuestas deportivas móviles este año: Arizona, Connecticut, Louisiana, Maryland, Massachusetts, Maine y Ohio. Para fin de año, de 20 a 23 estados podrían ofrecerlo, dijo.

En 2019, un panel de expertos predijo que el 90% de las apuestas deportivas en los Estados Unidos se realizarán a través de teléfonos móviles o Internet en los próximos cinco a 10 años.

Pero dos años después, ya casi llegamos: a nivel nacional, el 81% de las apuestas deportivas se realizan en línea, según la American Gaming Association. Durante los dos primeros meses de 2021, esa cifra se elevó al 85%. En Nueva Jersey, el mercado de apuestas deportivas más grande de la nación, el 92% de las apuestas el año pasado se realizaron en línea.

Mattias Stetz, director de operaciones de Rush Street Interactive, que opera BetRivers.com y PlaySugarHouse.com en Pensilvania, dijo que el 87% de las apuestas deportivas de su compañía se realizan a través de dispositivos móviles en mercados donde están disponibles tanto en línea como en persona.

“De los números se desprende claramente que las apuestas deportivas móviles y en línea son muy importantes para la industria de las apuestas deportivas en general”, dijo. "Los aficionados al deporte disfrutan de la opción de apostar desde la comodidad de sus hogares".

También ha quedado claro desde hace mucho tiempo que el dinero de los impuestos de las apuestas deportivas, si bien es una adición bienvenida bajo la doctrina de que "algo es mejor que nada", no es una panacea para los estados con problemas de liquidez.

Michigan lanzó las apuestas deportivas en línea a fines de enero y manejó casi $ 302 millones en apuestas en febrero, lo más rápido que cualquier estado haya alcanzado ese nivel de acción de apuestas. Eso llevó a Richard Kalm, director ejecutivo de la Junta de Control del Juego del estado, a decir "Hemos estado bebiendo de una manguera contra incendios" en términos de lidiar con un aumento del dinero del juego.

Pero las casas de apuestas se quedaron con solo $ 9.5 millones y pagaron $ 142.240 en impuestos. Las apuestas deportivas en Michigan están gravadas al 8.4%, más bajo que en muchos otros estados, al menos dos de los cuales se quedan con el 50% o más de los ingresos totales de las apuestas deportivas.

La Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, en un informe el mes pasado, reconoció la brecha entre la aparentemente enorme cantidad de dinero que se apuesta y la cantidad mucho menor que fluye a los estados como ingresos fiscales. La casa de apuestas promedio se queda con alrededor del 7.2% de las apuestas que maneja; los impuestos se calculan sobre esa cantidad, no sobre la cantidad total mucho mayor de dinero apostado.

"Aún así, los ingresos potenciales han sido un gran argumento de venta para legalizar las apuestas deportivas en muchos estados", escribió la conferencia en su informe. "Desde esa perspectiva, parece probable que aumenten las opciones móviles".

Pero, agregó, "los estados que buscan cerrar las brechas presupuestarias con los ingresos de las apuestas deportivas pueden sentirse decepcionados, especialmente a medida que más y más estados legalizan y toman su parte del mercado".

Nueva Jersey vio más de $ 6 mil millones apostados solo el año pasado. Sin embargo, su recorte fue de $ 50 millones, solo una fracción del 1% del presupuesto estatal de $ 40 mil millones.

En Pensilvania, aproximadamente tres cuartas partes de los $ 38,7 millones en ingresos fiscales estatales que provienen de las apuestas deportivas se debieron a las apuestas móviles en el año fiscal 2020. Su presupuesto estatal superó los $ 36 mil millones.

Los estados que no tienen apuestas deportivas móviles vieron menores ingresos fiscales.

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